Evangelio y Comentario de hoy Miercoles 22 de Enero 2014


Foto: Santo Evangelio Enero 22, 2014

Curación de un enfermo en sábado
Marcos 3, 1-6.
Tiempo Ordinario.
Cumplir con la obligación, pero no olvidar el amor y la misericordia.

Del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6

En aquel tiempo, entró Jesús en una sinagoga y había un hombre que tenía la mano paralizada. Los fariseos estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio». Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende la mano». Él la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarle.

Oración introductoria
Señor, cuántas veces me encuentro tullido como el hombre del que habla el Evangelio. Soy un lisiado en el campo del espíritu. Sin tu gracia estoy imposibilitado para obrar el bien. Aumenta mi docilidad para escuchar tu voz en esta oración.

Petición
Señor, no permitas que sea nunca causa de tu tristeza. Ayúdame a amarte de manera concreta y real mediante la virtud de la caridad.

Meditación del Papa Francisco
La renovación antes de todo es en nuestro corazón, porque a veces pensamos que ser cristianos significa hacer esto o aquello. Pero no es así.
Ser cristianos significa dejarse renovar por Jesús con esta vida nueva. Yo soy un buen cristiano, todos los domingos voy a misa de 11, hago esto y aquello... como si fuera una colección. Pero la vida cristiana no es un collage de cosas. Es una totalidad armónica, armoniosa, y la hace el Espíritu Santo. Renueva nuestro corazón, nuestra vida y nos hace vivir de una manera diversa, pero en un estilo que incluye la totalidad de la vida.
No se puede ser cristiano a pedazos, part-time. ¡El cristiano part-time no funciona! Todo, todo el tiempo a tiempo pleno. Esta renovación la hace el Espíritu Santo. Ser cristiano al final no significa hacer cosas pero dejarse renovar por el Espíritu Santo. (S.S. Francisco, 6 de julio de 2013, homilía en Misa matutina en Santa Marta).

Reflexión
Hace pocos días tuve una tertulia muy interesante. Mi amigo Óscar, oftalmólogo de profesión, comenzó a describirnos apasionadamente el mecanismo del ojo humano: la pupila, el iris, la retina... Agustín -mi otro amigo que completaba el grupo- no disimulaba su desinterés mirando distraídamente fuera de la ventana.

-¿En qué estás pensado, Agustín? ¿Te parece aburrida la conversación?-inquirió Óscar.

-No, no. Para nada. Más aún, me distraje pensando ¿de qué serviría ese maravilloso mecanismo que es el ojo si no existiera la luz?

Pienso que la pregunta del bueno de Agustín nos venga muy bien para el evangelio de este día. Ningún otro personaje en los evangelios ha recibido semejante requisitoria por parte de Jesús como los fariseos. Pero, ¿cuál es el motivo por el cual Jesús los «miró con ira»? ¿es que acaso hay algo malo en cumplir las leyes? Para nada. El mismo Jesús recordará que las leyes van cumplidas y respetados los que las enseñan, y recuerda a sus oyentes: «haced lo que os digan, pero no imitéis su conducta (a los fariseos, claro está)» (Mt. 23) Es aquí donde nos ayuda la pregunta de Agustín: no basta la gran perfección y ejercitación del ojo humano, no que existan tantas cosas por ver si no está de por medio la luz; de manera análoga, no basta la Ley de Moisés sin la Luz que es Cristo que le da su plenitud y sentido. Seamos hijos de la luz y obremos siempre en la luz de Cristo.

Propósito
Evitar los convencionalismos y responder, con generosidad, a las necesidades de los demás.

Diálogo con Cristo
Señor, ¿seré fiel hoy a tu llamada o como los fariseos rechazaré en la práctica tu mensaje?
Padre mío, ¡que nunca me canse de hacer el bien! Hazme comprender que mi misión se resume en vivir tu amor mediante la práctica auténtica y generosa de la caridad, que mi tarea no es otra que la de predicar y dar a conocer tu amor. Dame la fuerza para empeñarme en esta tarea sin distraerme con otras cosas.
=
Autor: Gaspar Guevara | Fuente: Catholic.netSanto Evangelio Enero 22, 2014

Curación de un enfermo en sábado
Marcos 3, 1-6.
Tiempo Ordinario.
Cumplir con la obligación, pero no olvidar el amor y la misericordia.

Del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6

En aquel tiempo, entró Jesús en una sinagoga y había un hombre que tenía la mano paralizada. Los fariseos estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio». Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende la mano». Él la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarle.

Oración introductoria

Señor, cuántas veces me encuentro tullido como el hombre del que habla el Evangelio. Soy un lisiado en el campo del espíritu. Sin tu gracia estoy imposibilitado para obrar el bien. Aumenta mi docilidad para escuchar tu voz en esta oración.

Petición

Señor, no permitas que sea nunca causa de tu tristeza. Ayúdame a amarte de manera concreta y real mediante la virtud de la caridad.

Meditación del Papa Francisco

La renovación antes de todo es en nuestro corazón, porque a veces pensamos que ser cristianos significa hacer esto o aquello. Pero no es así.
Ser cristianos significa dejarse renovar por Jesús con esta vida nueva. Yo soy un buen cristiano, todos los domingos voy a misa de 11, hago esto y aquello... como si fuera una colección. Pero la vida cristiana no es un collage de cosas. Es una totalidad armónica, armoniosa, y la hace el Espíritu Santo. Renueva nuestro corazón, nuestra vida y nos hace vivir de una manera diversa, pero en un estilo que incluye la totalidad de la vida.
No se puede ser cristiano a pedazos, part-time. ¡El cristiano part-time no funciona! Todo, todo el tiempo a tiempo pleno. Esta renovación la hace el Espíritu Santo. Ser cristiano al final no significa hacer cosas pero dejarse renovar por el Espíritu Santo. (S.S. Francisco, 6 de julio de 2013, homilía en Misa matutina en Santa Marta).

Reflexión
Hace pocos días tuve una tertulia muy interesante. Mi amigo Óscar, oftalmólogo de profesión, comenzó a describirnos apasionadamente el mecanismo del ojo humano: la pupila, el iris, la retina... Agustín -mi otro amigo que completaba el grupo- no disimulaba su desinterés mirando distraídamente fuera de la ventana.

-¿En qué estás pensado, Agustín? ¿Te parece aburrida la conversación?-inquirió Óscar.

-No, no. Para nada. Más aún, me distraje pensando ¿de qué serviría ese maravilloso mecanismo que es el ojo si no existiera la luz?

Pienso que la pregunta del bueno de Agustín nos venga muy bien para el evangelio de este día. Ningún otro personaje en los evangelios ha recibido semejante requisitoria por parte de Jesús como los fariseos. Pero, ¿cuál es el motivo por el cual Jesús los «miró con ira»? ¿es que acaso hay algo malo en cumplir las leyes? Para nada. El mismo Jesús recordará que las leyes van cumplidas y respetados los que las enseñan, y recuerda a sus oyentes: «haced lo que os digan, pero no imitéis su conducta (a los fariseos, claro está)» (Mt. 23) Es aquí donde nos ayuda la pregunta de Agustín: no basta la gran perfección y ejercitación del ojo humano, no que existan tantas cosas por ver si no está de por medio la luz; de manera análoga, no basta la Ley de Moisés sin la Luz que es Cristo que le da su plenitud y sentido. Seamos hijos de la luz y obremos siempre en la luz de Cristo.

Propósito

Evitar los convencionalismos y responder, con generosidad, a las necesidades de los demás.

Diálogo con Cristo

Señor, ¿seré fiel hoy a tu llamada o como los fariseos rechazaré en la práctica tu mensaje?
Padre mío, ¡que nunca me canse de hacer el bien! Hazme comprender que mi misión se resume en vivir tu amor mediante la práctica auténtica y generosa de la caridad, que mi tarea no es otra que la de predicar y dar a conocer tu amor. Dame la fuerza para empeñarme en esta tarea sin distraerme con otras cosas.
=
Autor: Gaspar Guevara | Fuente: Catholic.net
https://www.facebook.com/snfranciscoxavier.comunidadcatolica

"Disculpen por favor, estoy fuera"


Miércoles de la Segunda Semana del Tiempo Ordinario
“Y a ellos les preguntó; “¿Qué está permitido en sábado? ¿hacer lo bueno o lo malo? ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?” Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: “extiende el brazo” Lo extendió y quedó restablecido. Y cuando salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él”. (Mc 3,1-6)
Sigue Jesús tratando de enseñarnos el camino de la verdadera religión.
El camino que lleva a Dios pasa siempre por el hombre.
El hombre se hace sacramento de Dios.
El hombre se hace camino para llegar a Dios.

Es posible que la mayoría de nosotros cuando queremos encontrarnos con Dios pensemos en irnos un rato a la Iglesia.
¿A alguien se le ocurriría salir a la calle a mirar a la gente?
¿A alguien se le ocurriría subirse al piso de arriba a visitar a un anciano que está solo?
¿A alguien se le ocurriría irse a un hospital a visitar a los enfermos?
¿A alguien se le ocurriría irse a un barrio marginal a charlar y ayudar a la gente?
No sé dónde lo leí. Pero me gustó:
Un párroco que algo entendía de Evangelio, cerró la puerta de la Parroquia y pegó un gran papel diciendo: “Disculpen, por favor, estoy fuera. Jesús”.
La bronca le cayó al curita, porque las beatas de la parroquia pensaron que era una mala broma del cura. Y lo peor es que ellas ese día no podían encontrarse con Jesús.

Los que estaban en la sinagoga posiblemente escucharon con mucha atención la lectura del libro de la Ley.
Pero solo Jesús se fijó en que “allí había un hombre con parálisis en un brazo”.
Al darse cuenta, todos se pusieron “al acecho para ver si curaba en sábado”.
Se puede leer la Biblia como Palabra de Dios.
Pero no darse cuenta que al lado hay alguien que no tiene cómo comprar unas medicinas.

Jesús se olvidó que estaba dentro de la sinagoga.
Jesús se olvidó que era sábado.
Y curó al que tenía parálisis en su brazo.
Fariseos y herodianos, como las beatas de la parroquia, se calentaron.
Y “se pusieron a planear cómo acabar con él”.

Todavía no sé explicarme.
Pero me encanta un Jesús provocativo.
Me encanta un Jesús capaz de retar a los “buenos”.
Me encanta un Jesús capaz de retar a la religión de la ley.
Me encanta un Jesús capaz de dar cara por el hombre.
Incluso si pierde prestigio.
O incluso si corre el peligro de que terminen “acabando con él”.

Lo que no logro entender es:
A quienes dicen que Dios es enemigo del hombre.
A quienes dicen que la religión atenta contra el hombre.
A quienes dicen que la religión recorta y limita la estatura y dignidad del hombre.

Renunciamos a la religión del amor y de la libertad y caemos en la “religión de la moda y la religión de lo que hacen todos” que termina haciéndonos a todos esclavos.
Una religión que no nos hace libres no puede ser la religión de Dios.
Una religión que no nos deja pensar no es la religión de Dios.
Una religión que está al “acecho de lo que decimos o hacemos” ¿será la religión que Dios nos anunció en Jesús?
Una religión de la autoridad de la ley ¿será la religión que vivió Jesús?
Yo seguiré prefiriendo:
La religión cuyo primer mandamiento es amar a Dios de todo corazón.
La religión cuyo segundo mandamiento es igual al primero: amar al prójimo como El lo ama.
Por más que “planeen acabar conmigo”.

juanjauregui.es