
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno!
¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.
REFLEXION
Queridos amigos, paz y bien.
Ayer la madre, y hoy el hijo. Una familia santa. Por caminos distintos y misteriosos, como son los caminos de Dios.

Jesús dijo que deberíamos hacer las dos cosas, no dejando nada sin hacer. Todos los mandamientos de Dios son importantes. Los fariseos acentuaron el diezmo, pero descuidaron la justicia, la misericordia, la fe. Tenían mucho cuidado de no tragarse el mosquito pero podían comulgar con ruedas de molinos. Se centraron solo en lo exterior. Los ritos de purificación, mirando que todo estuviera en orden, como se había hecho siempre.
Jesús invita a mirar más allá, a no quedarse en lo exterior, a practicar un verdadero arrepentimiento. Ojalá que podamos hacer de nuestras comunidades, parroquias, grupos, lugares donde se pueda vivir la purificación interior.
De la vida de san Agustín te puedes enterar aquí. en nuestra pagina de facebook. Él sí que practicó un arrepentimiento sincero, y pudo recibir su recompensa.
Vuestro hermano en la fe,
Alejandro, C.M.F