Día litúrgico: Lunes XXVIII del tiempo ordinario

Comentario
Esta generación es una generación malvada; pide una señal

Ni ante sus paisanos de Nazaret accedió, porque —¡exigentes!— pretendían que Jesús signara su misión de profeta y Mesías mediante maravillosos prodigios, que ellos querrían saborear como espectadores sentados desde la butaca de un cine. Pero eso no puede ser: el Señor ofrece la salvación, pero sólo a aquel que se sujeta a Él mediante una obediencia que nace de la fe, que espera y calla. Dios pretende esa fe antecedente (que en nuestro interior Él mismo ha puesto como una semilla de gracia).
Un testigo en contra de los creyentes que mantienen una caricatura de la fe será la reina del Mediodía, que se desplazó desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y resulta que «aquí hay algo más que Salomón» (Lc 11,31). Dice un proverbio que «no hay peor sordo que quien no quiere oír». Cristo, condenado a muerte, resucitará a los tres días: a quien le reconozca, le propone la salvación, mientras que para los otros —regresando como Juez— no quedará ya nada qué hacer, sino oír la condenación por obstinada incredulidad. Aceptémosle con fe y amor adelantados. Le reconoceremos y nos reconocerá como suyos. Decía el Siervo de Dios Don Alberione: «Dios no gasta la luz: enciende las lamparillas en la medida en que hagan falta, pero siempre en tiempo oportuno».

Señor Dios, Padre nuestro: Nosotros también a veces deseamos ver señales extraordinarias que den vigor a nuestra fe vacilante. Danos una fe que sea suficientemente fuerte, que no necesite pruebas ni milagros, sino simplemente que confíe en ti y en tu Hijo, nuestro Salvador Jesucristo. Haz más profunda esta nuestra fe y que ella sea el verdadero fundamento de toda nuestra vida. Te lo pedimos por medio de nuestro Señor resucitado, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Hermanos: Más grande que Salomón, más grande que cualquier profeta, es Jesús. Nosotros creemos en él. En él confiamos. A él tomamos como el tesoro que da sentido a nuestras vidas.
Que la bendición de Dios todopoderoso,nos acompane siempre.
Feliz dia para todos los que nos leen.