En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto para ser tentado por el diablo y después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre y el tentador se le acercó”. San Mateo, cap. 4.
Primer domingo de cuaresma o domingo de las tentaciones de acuerdo al Evangelio y de ahí la invitación para ir caminando a la Pascua reconociendo ante todo nuestras miserias humanas, nuestros pecados y defectos.
Podríamos reflexionar en cada una de las tentaciones de Jesús, las cuales no sucedieron en un límite de tiempo, sino que como verdadero hombre le acompañaron durante toda la vida. Podríamos pensar que si Jesús le hubiera hecho caso al espíritu del mal convirtiendo las piedras en pan, arrojándose de la parte más alta del templo y aceptando el gobierno de toda la tierra, hoy lo conoceríamos no como un salvador sino como un mago y un charlatán. Lejos de ser verdadero Dios.
En definitiva las tentaciones fueron escritas para mostrarnos que Jesús de Nazaret es un hombre como nosotros, “igual en todo menos en el pecado”.
Aquellas tentaciones de Jesús no son ajenas a nuestra realidad, cada edad padece sus propias tentaciones. Muchos jóvenes hoy quisieran despilfarrar la salud y los bienes, amar de cualquier modo, triunfar destruyendo a los demás. A muchos adultos les atrae el orgullo, el egoísmo y los rencores. Mucha gente mayor es tentada por la avaricia, el resentimiento, la desconfianza. Mientras que otros van por el mundo pero con la mirada puesta e mas allá.
Una cosa es cierta: Durante las veinticuatro horas del día, sentimos que es posible fallarle a Dios, sobre ese campo de batalla del propio corazón. Allí en el lugar mas secreto de nuestro ser ocurren grandes inquietudes y vacíos, desconfianzas y oportunidades, propuestas y derrotas y también grandes contiendas entre el bien y el mal, entre lo que debemos hacer y que tenemos que evitar.
Pero si quieres entender el plan de Dios deja que el te ilumine la conciencia. Es verdad que muchos pecados producen satisfacción inmediata. Pero enseguida sentimos la culpa y nos sentimos cobardes.
Al ser llevado Jesús al desierto, nos enseña que la tentación es equipaje obligado de nuestro paso en la tierra. Pero además que el pecado no es invencible, si no nos tomamos de la mano de Dios ya que en este mundo somos libres. Ahora entendemos que pertenecemos por derecho propio a la categoría de los pecadores. Pero el Señor sabrá colocarnos más tarde en el gremio de los perdonados.
En el libro Jesús de Nazaret del papa actual hay un capitulo dedicado al tema de las tentaciones y termina diciendo: “¿Qué ha traído Jesús realmente, si no ha traído la paz al mundo, el bienestar para todos, un mundo mejor? ¿Qué ha traído? La respuesta es muy sencilla: Ha traído a Dios. Aquel Dios cuyo rostro se había ido revelando; el Dios que solo había mostrado su rostro en Israel y que, si bien entre muchas sombras, había sido honrado en el mundo de los pueblos; ese Dios, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios verdadero, Él lo ha traído a los pueblos de la tierra.
Ha traído a Dios: ahora conocemos su rostro, ahora podemos invocarlo, ahora conocemos el camino que debemos seguir como hombres en este mundo. Jesús ha traído a Dios y, con Él, la verdad sobre nuestro origen y nuestro destino; la fe, la esperanza y el amor. Solo la dureza de nuestro corazón nos hace pensar que esto es poco. Los reinos de la tierra que Satanás puso en su momento delante del Señor, se han ido derrumbando todos. Su gloria ha resultado ser apariencia. Pero la gloria de Cristo, la gloria humilde y despierta a sufrir, la gloria de su amor no ha desaparecido ni desaparecerá”.
Cuenta un autor de los nuestros que cierto cristiano vivía acomplejado ante sus compañeros que presumían de perfectos. Un día acudió al templo y oyó que un sacerdote predicaba sobre el evangelio de las tentaciones y decía: “Las tentaciones a todos nos asaltan y yo también he dejado de hacer el bien y de pronto he pecado”.
Este hombre exclamo: ¡Gracias Señor. Al fin encuentro gente así, como uno. Reconozcamos nuestra carne humana y aprovechemos este tiempo para acercarnos más a Dios.
Pbro. Alexander Pareja Botero
Maria dijo:
He aqui la esclava del señor
Intenciones del santo padre para Marzo 2011
General: Para que los países de América Latina puedan avanzar en la fidelidad al evangelio y progresar en la justicia social y la paz .
Misionera: para que el espíritu Santo dé Luz y fuerza a las comunidad cristianas y a los fieles perseguidos o discriminados a causa del Evangelio en muchos lugares del mundo.
Comunidad Catolica de Habla Hispana en Hong Kong
Maria dijo:
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"Hagase en mi segun tu palabra"
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