LECTURAS DEL SÁBADO III DE PASCUA 6 DE MAYO (BLANCO)
¿También ustedes quieren dejarme?" Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos?
ANTÍFONA DE ENTRADA
¡Bendita
tú, Madre de la luz: siendo Virgen engendraste a Cristo, y eres modelo y
Madre de la Iglesia, que engendra a la vida nueva a todos los que
creen, mediante el agua virginal del bautismo! Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios
y Padre nuestro, que por el misterio pascual de tu Hijo colmaste de
bendiciones y de los dones del Espíritu Santo a la santísima Virgen
María, concédenos, por la intercesión de aquella a quien veneramos bajo
la advocación de Guadalupe, que participemos de los mismos dones para
proclamar con nuestras obras y palabras la buena nueva de la
resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
La comunidad cristiana crecía, animada por el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 31-42
En
aquellos días, las comunidades cristianas gozaban de paz en toda Judea,
Galilea y Samaria, con lo cual se iban consolidando, progresaban en la
fidelidad a Dios y se multiplicaban, animadas por el Espíritu Santo.
Pedro
recorría toda la región y una vez fue a visitar a los fieles que vivían
en Lida. Ahí encontró a un hombre, llamado Eneas, que tenía ya ocho
años de estar en cama, paralítico. Pedro le dijo: "Eneas, Jesucristo te
da la salud. Levántate y tiende tu cama". Eneas se levantó
inmediatamente; y todos los habitantes de Lida y de la llanura de Sarón
que lo vieron, se convirtieron al Señor.
Había
en Jafa, entre los discípulos, una mujer llamada Tabitá (que significa
"gacela"), la cual hacía infinidad de obras buenas y repartía limosnas.
En aquellos días cayó enferma y murió. Lavaron su cadáver y lo tendieron
en una habitación del segundo piso. Como Lida está cerca de Jafa, los
discípulos, sabiendo que Pedro estaba allá, enviaron dos hombres para
suplicarle que fuera a Jafa sin tardar.
Pedro
fue con ellos. Tan pronto como llegó, lo condujeron a la habitación del
segundo piso. Allí lo rodearon todas las viudas, llorando y mostrándole
las túnicas y los vestidos que Tabitá les había hecho, cuando aún
vivía.
Pedro
mandó salir a todos, se postró de rodillas y se puso a orar; luego,
dirigiéndose a la muerta, dijo: "Tabitá, levántate". Ella abrió los ojos
y al ver a Pedro, se incorporó. Él la tomó de la mano y la levantó;
llamó a los fieles y a las viudas y se la entregó viva. Esto se supo por
toda Jafa y muchos creyeron en el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 115
R/. ¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Aleluya.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor. R/.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. A los ojos de Dios es muy penoso que mueran sus amigos. R/.
De
la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu
esclava. Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre.
R/.
ACLAMACIÓN Cfr. Jn 6, 63. 68
R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 60-69
En
aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús dijeron al oír sus palabras:
"Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?"
Dándose
cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los
escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde
estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada
aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar
de esto, algunos de ustedes no creen". (En efecto, Jesús sabía desde el
principio quienes no creían y quién lo habría de traicionar). Después
añadió: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no
se lo concede"
Desde
entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no
querían andar con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También
ustedes quieren dejarme?" Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién
iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos
que tú eres el Santo de Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios
y Padre nuestro, que estos dones que te presentamos, por el amor con
que resucitaste a tu Hijo y por la intercesión de santa María de
Guadalupe, nos ayuden a estar atentos a la acción de tu Espíritu Santo y
buscar en todo tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio: Con Santa María de Guadalupe participamos de la gloria pascual.
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte
siempre, Padre santo, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo,
nuestra Pascua, fue inmolado.
Con
él, que ha vencido a la muerte, nosotros, invocando a santa María bajo
el título de Guadalupe, oramos como en un nuevo cenáculo, esperando el
don de Pentecostés.
Al
participar, llenos de júbilo, de la gloria de la Pascua, anhelamos
sobresalir en el ejercicio de la caridad, a fin de que la Iglesia se
muestre como madre solícita, empeñada en acoger a todos y hacerlos
partícipes de la gracia de la Pascua de su Señor y Esposo.
Por
eso, alegres por la resurrección del Redentor y unidos a los ángeles y a
los santos, cantamos el himno de tu gloria, diciendo sin cesar: Santo,
Santo, Santo …
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 1, 28
Alégrate, Virgen María, porque Cristo ha resucitado del sepulcro.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios
y Padre nuestro, que nos alimentas con el pan vivo de tu Hijo
resucitado, concédenos participar de su victoria pascual, para que en la
alegría de este tiempo y ayudados por santa María de Guadalupe, juntos
avancemos por el camino de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
https://www.facebook.com/snfranciscoxavier.comunidadcatolica
Y esta Palabra de vida eterna no sólo se escucha, sino que se lleva a la práctica. Entra por tu oídos y quiere llegar a tu corazón para poner en marcha tu voluntad y tus afectos. En el Evangelio de hoy, Jesús cansado de las críticas de sus discípulos porque sus palabras les escandalizan, les recuerda que sus palabras son “espíritu y vida”, no son palabrería ni palabras vacías.
Para este día te propongo que ores recordando las PALABRAS de Jesús que ya están en tu corazón grabadas a fuego, aquellas que te has atrevido a poner en práctica. Hazlo despacio, no es un ejercicio de memoria, sino de mirar a tu interior con paz y sinceridad de la mano de Jesús, nunca solo. Y si adviertes que tu corazón es pobre en Palabras, pídele a Él que lo haga receptivo, como el de María que supo muy bien acoger la Palabra y la hizo Carne, vida. Que Ella sea tu guía en la oración de hoy.
Ciudad Redonda