LECTURAS DEL MARTES I DE CUARESMA 7 DE MARZO (MORADO)
Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 89, 1 -2
Señor, Tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y por siempre Tú eres Dios.
ORACIÓN COLECTA
Mira,
Señor, a tu familia y concede que mientras afligimos nuestro cuerpo con
la penitencia, nuestro espíritu se vea iluminado por el deseo de estar
cerca de ti. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Mi palabra hará mi voluntad.
Del libro del profeta Isaías: 55, 10-11
Esto
dice el Señor: "Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven
allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla
germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así
será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino
que hará mi voluntad y cumplirá su misión".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 33
Proclamemos
la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al
Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R/.
Confía
en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque
el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus
angustias. R/.
Los
ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos sus oídos.
Contra el malvado, en cambio, está el Señor, para borrar de la tierra su
recuerdo. R/.
Escucha
el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El Señor no
está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas R/.
ACLAMACIÓN Mt 4, 4
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.
Ustedes oren así
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 7-15
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando ustedes hagan
oración no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza
de mucho hablar, serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe
lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes pues, oren así:
Padre
nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu
Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos
hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
tentación y líbranos del mal.
Si
ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los
perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres,
tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta,
Dios creador todopoderoso, estos dones que hemos recibido de tu
generosidad, y concédenos que los auxilios temporales que nos das nos
sirvan para la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 4, 2
Cuando
te invoqué me escuchaste, tú, Dios, defensor mío, y en la tribulación
me consolaste; ten piedad de mí y escucha mi oración.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos,
Señor, por la celebración de estos misterios, que, al esforzarnos por
dominar los deseos terrenales, aprendamos a amar las realidades
celestiales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional.
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Queridos Hermanos
En este día se nos presenta en el Evangelio el prototipo de la oración del Padrenuestro. La Cuaresma nos remite a tres prácticas para crecer en la fe y purificar nuestra vida: la oración, el ayuno y la limosna. La primera de ellas, la oración, es una de las constantes en la vida del Maestro; su quehacer diario se configura en ese diálogo con el Padre que le ama y le envía. Jesús ora durante las noches, en soledad; ora al hacer sus milagros; alaba al Padre en medio de las multitudes porque ha revelado sus misterios a los pequeños; intercede por sus discípulos en la última cena; ora en Getsemaní, y en la cruz. Todo su ministerio fluye de la oración.
Nuestra oración cristiana está llamada a inspirarse teológicamente en la experiencia espiritual del mismo Jesús. La oración de Jesús no se mueve por el exhibicionismo, ni por el deseo de manipular la voluntad de Dios con palabras frías. La oración de Jesús está encendida de amor filial; su Padre es un ser cercano, preocupado por los más más mínimos detalles, como el pan de cada día, hasta los temas más álgidos, como el mal en el mundo. Su oración no es escape de la realidad del dolor humano, sino plegaria que transforma, renueva y da fuerzas para trasformarlo desde el querer de Dios.
La oración del Padrenuestro es una síntesis hermosa de todo el Evangelio, de la propuesta de Jesús para instaurar el Reino. Por ello, cuando Él habla de la oración a sus discípulos les indica unas características esenciales:
- Cuando oramos nos dirigimos a un Dios que es Padre, que conoce nuestra necesidad y que se compadece siempre de nosotros.
- Esta oración está marcada por la confianza. No debe haber temor alguno, ni afanarnos por llenarnos de méritos para que Él nos escuche.
- En la oración no se piden cosas superficiales, sino, ante todo, que se cumpla la voluntad del Padre, así en la tierra como en el cielo.
- Lo mejor que podemos pedir al Padre es su Espíritu, aliento de vida, fuerza para vencer el mal