LECTURAS DEL DOMINGO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD 1 DE ENERO SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS, JORNADA DE ORACIÓN POR LA PAZ (BLANCO)
María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor
Dios, que por la fecunda virginidad de María diste al género humano el
don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de aquella
por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, Él,
que vive y reina contigo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Invocarán mi nombre y yo los bendeciré.
Del libro de los Números: 6, 22-27
En
aquel tiempo, el Señor habló a Moisés y le dijo: "Di a Aarón y a sus
hijos: ‘De esta manera bendecirán a los israelitas: El Señor te bendiga y
te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor.
Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz’.
Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 66
R/. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.
Ten
piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros.
Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las
naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con
equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que
te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 4-7
Hermanos:
Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de
una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la
ley, a fin de hacernos hijos suyos.
Puesto
que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su
Hijo, que clama "¡Abbá, es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo,
sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN Hb 1, 1-2
R/. Aleluya, aleluya.
En
distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a
nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos
ha hablado por medio de su Hijo. R/.
Encontraron a María, a José y al niño. Al cumplirse los ocho días, le pusieron por nombre Jesús.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 16-21
En
aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y
encontraron a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. Después
de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño y cuantos los
oían, quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas
cosas y las meditaba en su corazón.
Los
pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por
todo cuanto habían visto y oído, según lo que se les había anunciado.
Cumplidos
los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús,
aquel mismo que había dicho el ángel, antes de que el niño fuera
concebido.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL:
Levantemos
nuestra voz suplicante al Señor y —por la poderosa intercesión de la
Madre de su Hijo— imploremos la misericordia divina en favor de todos
los hombres:
Para
que los fieles, a imitación de María, mediten y conserven en su corazón
lo que han oído del Hijo de Dios, roguemos al Señor.
Para
que los hombres de todas las razas y pueblos descubran que tienen un
único Dios, Padre de todos, y nunca se comporten como enemigos unos de
otros, roguemos al Señor.
Para
que llegue a la presencia del Señor el lamento de los que sufren a
causa de las guerras, y pronto puedan experimentar el retorno de la paz a
sus hogares y naciones, roguemos al Señor.
Para
que los que hoy nos hemos reunido para dedicar al Señor las primicias
de este año nuevo, vivamos en paz todos sus días y podamos ver su final
con salud y alegría, roguemos al Señor.
Tu
trono, Dios nuestro, permanece para siempre, y tus años no se acaban;
escucha, pues, nuestras súplicas y bendice el año que hoy comenzamos:
que nuestro trabajo cotidiano nos dé el pan de cada día, y que nuestras
almas encuentren el alimento necesario para avanzar en el camino del
bien y en la contemplación fiel de tu palabra. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor
Dios, que das origen y plenitud a todo bien, concédenos que, al
celebrar, llenos de gozo, la solemnidad de la Santa Madre de Dios, así
como nos gloriamos de las primicias de su gracia, podamos gozar también
de tu plenitud. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DE SANTA MARÍA VIRGEN
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la Maternidad de
Santa María, siempre virgen. Porque ella concibió a tu Hijo único por
obra del Espíritu Santo, y sin perder la gloria de su virginidad, hizo
resplandecer sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo, Señor nuestro.
Por Él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales,
celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus
voces, cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo…
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Hb 13, 8
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor,
que estos sacramentos celestiales que hemos recibido con alegría, sean
fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a la
siempre Virgen María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
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En esta ocasión, el primer día del año coincide con el domingo.
Tenemos por delante un montón de fechas para disfrutar, pero esta
primera no parece la adecuada para grandes reflexiones, a lo más el
concierto de Año Nuevo y los saltos de esquí. Sin embargo, la liturgia
recuerda a María como la Madre de Dios y es la Jornada de la Paz. Con
motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que celebra su 50 aniversario,
el Papa Francisco nos hace un llamamiento, que nos puede servir para
iniciar el 2017.
“La construcción de la paz mediante la no violencia activa, es un
elemento necesario y coherente, del continuo esfuerzo de la Iglesia,
para limitar el uso de la fuerza por medio de las normas morales, a
través de su participación en las instituciones internacionales y
gracias también, a la aportación competente de tantos cristianos, en la
elaboración de normativas a todos los niveles. Jesús mismo nos ofrece un
“manual” de esta estrategia de construcción de la paz, en el así
llamado Discurso de la Montaña. Las ocho bienaventuranzas (cf. Mt
5,3-10) trazan el perfil de la persona que podemos definir
bienaventurada: buena y auténtica. Bienaventurados los mansos –dice
Jesús-, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, y los puros de
corazón, los que tienen hambre y sed de la justicia.Esto es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos, para los responsables de las instituciones internacionales y los dirigentes de las empresas y de los medios de comunicación de todo el mundo: aplicar las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias responsabilidades. Es el desafío de construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio.
Esto exige estar dispuestos a; “aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso”. Trabajar de este modo significa, elegir la solidaridad como estilo para realizar la historia y construir la amistad social. La no violencia activa, es una manera de mostrar verdaderamente, cómo la unidad, es más importante y fecunda que el conflicto. Todo en el mundo está íntimamente interconectado. Puede suceder, que las diferencias generen choques: afrontémoslos de forma constructiva y no violenta, de manera que; “las tensiones y los opuestos, puedan alcanzar una unidad pluriforme que engendra vida nueva”, conservando; “las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna”.
La Iglesia Católica, acompañará toda tentativa de construcción de la paz, también con la no violencia activa y creativa. El 1 de enero de 2017, comenzará su andadura el nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ayudará a la Iglesia a promover, con creciente eficacia: “los inconmensurables bienes de la justicia, la paz y la protección de la creación” y de la solicitud hacia los emigrantes, “los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura”.
En conclusión: La Santísima Virgen María es Reina de la Paz. En el Nacimiento de su Hijo, los ángeles glorificaban a Dios deseando paz en la tierra, a los hombres y mujeres de buena voluntad. Pidamos a la Virgen que sea ella quien nos guíe. “Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla”. En el 2017 comprometámonos con nuestra oración y acción, a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común. “Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la Paz” (Discurso para el 1 de enero de 2017).