LECTURAS DEL MIÉRCOLES I DE ADVIENTO 30 DE NOVIEMBRE SAN ANDRÉS APÓSTOL (ROJO)
Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 4, 1 8-1 9
Por la ribera del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos, Pedro y Andrés, los llamó: Síganme y los haré pescadores de hombres.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios
de gloria y majestad, tú que elegiste al apóstol san Andrés para que
fuera predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, haz que sea
siempre ante ti nuestro poderoso intercesor. Por nuestro Señor
Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
La fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18
Hermanos:
Basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea
en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda
salvarse. En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la
santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación.
Por
eso dice la Escritura: Ninguno que crea en Él quedará defraudado,
porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es
el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el
que invoque al Señor como a su Dios, será salvado por Él.
Ahora
bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en Él? ¿Y cómo van a
creer en Él, si no han oído hablar de Él? ¿Y cómo van a oír hablar de
Él, si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes lo
anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué hermoso es
ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!
Sin
embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías: Señor,
¿quién ha cr. 2ído en nuestra predicación? Por lo tanto, la fe viene de
la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de
Cristo. Entonces yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación?
¡Claro que la han oído!, pues la Escritura dice: La voz de los
mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta
el último rincón de la tierra.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 18
R/. El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los
cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de
sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
transmite a la otra noche.R/.
Sin
que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra
llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN Mt 4, 19
R/. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres. R/.
Ellos, inmediatamente, dejando las redes, lo siguieron.
Del santo Evangelio según san Mateo: 4, 18-22
Una
vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos
hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban
echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo:
"Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron
las redes y lo siguieron.
Pasando
más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de
Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y
los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo
siguieron.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos,
Dios todopoderoso, que te agraden estos dones que te presentamos en la
festividad de san Andrés, y haz que sean para nosotros fuente de vida
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio o II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 1, 41-42
Andrés dijo a su hermano Simón: Hemos encontrado al Mesías, que quiere decir "Ungido", y los llevó a donde estaba Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que
nos fortalezca, Señor, la comunión de tu sacramento, para que, a
ejemplo de san Andrés, apóstol, compartiendo los sufrimientos de Cristo,
merezcamos vivir con él en la gloria. Él, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
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Según la tradición, San Andrés es el fundador de la Iglesia de Constantinopla, nombre antiguo de la actual ciudad de Estambul, en Turquía. En noviembre de 2014 el Papa Francisco, sucesor de San Pedro, se reunió con Bartolomé, el actual sucesor de San Andrés, Patriarca de Constantinopla y líder de la Iglesia Ortodoxa. Entre los objetivos del viaje estaba reforzar el camino de la unidad de los cristianos ortodoxos y católicos.
Uno de los momentos más emotivos de aquella histórica visita tuvo lugar en el rezo de las vísperas de la Fiesta de San Andrés, cuando el Papa Francisco le pidió la bendición a Bartolomé y se inclinó ante él para recibirla. El Patriarca, quien en varias oportunidades llamó al Santo Padre "hermano", lo bendijo y le besó.
En el camino hacia la unidad la sangre de los mártires y los sufrimientos diarios de tantos cristianos perseguidos están realizando de un modo silencioso la unidad que Cristo pidió a sus discípulos: católicos y ortodoxos todos mueren por declararse discípulos de Cristo. Los mártires no hacen diferencia de la Iglesia a la que pertenecen, sino que todos dan la vida por Jesús como único Señor.
En los textos bíblicos de este día vemos que el corazón de Pablo no conoce fronteras, él quiere llegar a todas las naciones anunciando el gran regalo que Jesús trae para toda la humanidad.
Él nos dice: «si confiesas con la boca que Jesús es Señor, si crees de corazón que Dios lo resucitó de la muerte, te salvarás». Y también: «todo el que invoque el nombre del Señor se salvará». Pero, ¿cómo van a invocar al Señor ni no le conocen? Para esto se necesitan misioneros y anunciadores de la Palabra de Dios que lleven adelante la evangelización. Los pasos de los mensajeros que dan buenas noticias de Jesús son muy hermosos.
En el evangelio que hoy se nos propone vemos a Jesús que llama a sus primeros discípulos. Él los elige. Y la llamada es categórica, la respuesta, rápida e incondicional: ellos responden a su llamado, y dejándolo todo, le siguen.
Con estos rasgos se inaugura un nuevo tipo de seguimiento para nosotros cristianos: es una vocación irresistible y vinculante, un compartir en todo la vida y la misión del Maestro: «los haré pescadores de hombres». Ante Jesús no valen las excusas
Carlos Latorre
Misionero claretiano
Misionero claretiano
Ciudad Redonda