LECTURAS DEL MARTES I DE ADVIENTO 29 DE NOVIEMBRE (MORADO)
Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Za 14, 5. 7
Vendrá el Señor, mi Dios, y con él todos sus santos; y brillará en aquel día una gran luz.
ORACIÓN COLECTA
Señor
Dios, muéstrate propicio a nuestras súplicas y concede, a quienes están
en aflicción, el auxilio de tu amor, para que, consolados por la
presencia de tu Hijo que ya viene, no nos manche algún contagio del
antiguo pecado. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
El espíritu del Señor se posará sobre él.
Del libro del profeta Isaías: 11, 1-10
En
aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá
de su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor, espíritu de
sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de
piedad y temor de Dios.
No
juzgará por apariencias, ni sentenciará de oídas; defenderá con
justicia al desamparado y con equidad dará sentencia al pobre; herirá al
violento con el látigo de su boca, con el soplo de sus labios matará al
impío. Será la justicia su ceñidor, la fidelidad apretará su cintura.
Habitará el lobo con el cordero, la pantera se echará con el cabrito, el
novillo y el león pacerán juntos y un muchachito los apacentará. La
vaca pastará con la osa y sus crías vivirán juntas. El león comerá paja
con el buey.
El
niño jugará sobre el agujero de la víbora; la criatura meterá la mano
en el escondrijo de la serpiente. No harán daño ni estrago por todo mi
monte santo, porque así como las aguas colman el mar, así está lleno el
país de la ciencia del Señor. Aquel día la raíz de Jesé se alzará como
bandera de los pueblos, la buscarán todas las naciones y será gloriosa
su morada.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 71
R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica,
Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu
siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente.
R/.
Florecerá
en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se
extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. R/.
Al
débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se
apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida al desdichado. R/.
Que
bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre. Que
él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los ojos de sus hijos. R/.
Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 21-24
En
aquella misma hora Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y
exclamó: "¡Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has
revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido
bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo,
sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el
Hijo se lo quiera revelar".
Volviéndose
a sus discípulos, les dijo aparte: "Dichosos los ojos que ven lo que
ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron
ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo
oyeron".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que
te sean agradables, Señor, nuestras humildes súplicas y ofrendas, y
puesto que no tenemos méritos en qué apoyarnos, nos socorra el poderoso
auxilio de tu benevolencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 2 Tm 4, 8
El Señor, justo juez, dará la corona merecida, a todos los que esperan con amor su venida gloriosa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados
por el alimento que nutre nuestro espíritu, te rogamos, Señor, que, por
nuestra participación en estos misterios, nos enseñes a valorar
sabiamente las cosas de la tierra y a poner nuestro corazón en las del
cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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En el evangelio de hoy leemos: “En aquel tiempo, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien”.
Los discípulos acaban de realizar la misión que Jesús les ha encomendado recorriendo los pueblos y aldeas de la región. Ellos regresan felices porque todo ha ido bien. Jesús, por su parte, estalla de alegría impulsado por el Espíritu al ver cómo el Reinado de Dios comienza a manifestarse en la acogida y la buena voluntad de la gente más sencilla y sin prejuicios.
En esta gozosa oración Jesús anuncia que también el hombre o la mujer más humilde puede conocer los secretos más hermosos de la fe cristiana, porque son capaces de mirar con ojos limpios las obras que Jesús realiza.
Yo viví una experiencia muy hermosa visitando hace años a un hombre muy pobre y enfermo en las cuevas del castillo de Jumilla, en España. Me contó su vida llena de sufrimientos hasta verse obligado a vivir recogido como un animalito solo en aquella cueva. Como resumen de todo lo que había aprendido en la vida me dijo: “Padre, si alguien me hace un mal, yo siempre le voy a perdonar”. Al oír estas palabras yo sentí como un estremecimiento, como si estuviera escuchando a un santo. No tenía nada de valor alrededor de aquella humilde cama, sólo una fe muy viva en la Palabra de Jesús clavado en la cruz. Yo había ido a hablarle de la confianza en Dios y del perdón, y era él quien me estaba demostrando que no sólo había entendido el mensaje de Jesús, sino que lo estabaviviendo postrado en aquel catre dentro de una cueva .
Carlos Latorre
Ciudad Redonda