Misal del dia de hoy 12 de Noviembre 2016 y Comentario al Evangelio

LECTURAS DEL SÁBADO XXXII DEL T. ORDINARIO 12 DE NOVIEMBRE SAN JOSAFAT OBISPO Y MÁRTIR (ROJO)


Cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?


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ANTÍFONA DE ENTRADA

Los santos de Dios vivieron en el amor fraterno, por el mandato del Señor y las leyes paternas, porque solamente uno fue su espíritu y una su fe.

ORACIÓN COLECTA

Aviva, Señor, en tu Iglesia, el Espíritu que colmó a san Josafat y lo llevó a ofrecer su vida por las ovejas, a fin de que, por su intercesión, fortalecidos por el mismo Espíritu, no temamos dar la vida por los hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Debemos ayudar a los hermanos, para que seamos colaboradores en la difusión de la verdad.

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De la tercera carta del apóstol san Juan: 5-8


Querido hermano: En todo lo que has hecho por los hermanos, y eso que son forasteros, te has portado como verdadero cristiano. Ellos han elogiado públicamente ante esta comunidad el amor con que los has tratado.


Harás bien en ayudarlos de una manera agradable a Dios con lo que necesitan para su viaje, pues ellos se han puesto en camino por Cristo, sin aceptar nada de los paganos. Debemos, pues, ayudar a esos hermanos nuestros, para que seamos colaboradores en la difusión de la verdad. 

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.



Del salmo 111

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R/. Dichosos los que temen al Señor.


Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos; poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos de los buenos. R/.


Fortuna y bienestar habrá en su casa; siempre obrarán conforme a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla. R/.

Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente jamás se desviarán; vivirá su recuerdo para siempre. R/.


ACLAMACIÓN  Cfr. 2 Ts 2, 14


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R/. Aleluya, aleluya.

Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.

Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él.

clip_image005Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-8


En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola: "En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres.


Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con frecuencia para decirle: ‘Hazme justicia contra mi adversario’.
Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando’ ".

Dicho esto, Jesús comentó: "Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?". 

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios clementísimo, derrama tu bendición sobre estos dones y afiánzanos en la fe que san Josafat atestiguó con la efusión de su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 10, 39

Quien pierda su vida por mí, dice el Señor, la salvará para siempre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que la participación de esta mesa celestial, nos conceda, Señor, el Espíritu de fortaleza y de paz, para que, siguiendo el ejemplo de san Josafat, ofrezcamos gustosamente nuestra vida por el honor y la unidad de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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Hoy el Evangelio nos propone la parábola del juez inicuo, llamada también de la viuda importuna. Jesús estaba indicando a los suyos la importancia de orar sin desfallecer y les propone la parábola citada. Lógicamente las preguntas saltan inmediatamente en nuestro corazón y en nuestra mente. ¿Acaso no hemos visto personas que ante la muerte de un ser querido gritaban con desesperación que le habían pedido a Dios con mucha fe que sanara a su familiar...? ¿Acaso no hemos oído maldecir a Dios por no conceder lo que con tanta necesidad se le pedía...? ¿Acaso no es en las peticiones no concedidas donde más personas encuentran un motivo para alejarse de Dios...? Pero Jesús insiste que tenemos que orar sin desfallecer...
Para unas personas, Dios ha creado el mundo, pero luego se ha desentendido de Él. Para otros, absolutamente todo, hasta en las cosas más insignificantes de la existencia, Dios está actuando... Como siempre tenemos que buscar el nivel necesario para descubrir la actuación de Dios en el mundo respetando la autonomía de la naturaleza y la libertad de las personas.
La oración no es para el cristiano algo accesorio o de simple conveniencia. Es algo imprescindible para entender la vida y lo que en ella nos pasa. Todos tenemos un diálogo interior con nosotros mismos. Estamos durante el día pensando y analizando nuestras vivencias interiores. En el cristiano ese diálogo personal interno queda iluminado por la presencia viva de Jesús. Ya el cristiano no dialoga individualmente consigo mismo sino que en su mente y en su corazón siente la cercanía de Dios acompañante y hacedor del camino.
El Señor nos llama a orar siempre porque bien sabe que necesitamos raíces con obras. Hacer presente a Jesús en el mundo significa equilibrar estos dos aspectos que tanto hacen sufrir cuando van por separados. Centrar nuestra vida en Cristo es la tarea de toda nuestra existencia, pero centrarla no para guardar su presencia sino para que dé fruto abundante.
¿Por qué debemos orar incluso si no percibimos los resultados de nuestras peticiones? En el mundo que vivimos, donde tanto se premia la prontitud y la eficacia, se nos invita a entrar en otra dinámica totalmente nueva. Tenemos que entrar en el ritmo de Dios.
Puede ser que estés necesitando hoy más que nunca de su presencia. Es probable que pienses que el Señor te falla... Cuando vivimos pegados al Señor salimos al mundo sin miedo porque el Espíritu Santo actúa en nosotros. Dice la Escritura que donde hay amor no hay miedo. Tenemos que orar con amor hacia Dios y hacia los demás. Muchas de las oraciones que hacemos están llenas de abatimiento, de tristeza, de amarguras, de mil infelicidades. Podemos rezar desde esas situaciones pero no con esas actitudes. Si en plena batalla somos capaces de orar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo desde el amor, siempre encontraremos respuestas, quizá no la que deseamos, pero ten la seguridad que cuando oramos con amor Dios nunca se queda mudo.
La Palabra, la oración y los sacramentos son los medios que Dios nos ha dado para mantener un constante diálogo con Él y con el mundo, de una manera muy especial con los más pobres y necesitados. Cuando vivimos estas tres dimensiones: Palabra-oración-sacramentos, Dios nunca quedará arrinconado en la caja fuerte de nuestro corazón para que nadie nos lo quite. Jesús quiere repartirse a todos y para todos, de ahí que nos dejara su Palabra, su vida, su cuerpo que se da por toda la eternidad. El que de verdad intenta seguir a Cristo tiene que tener un corazón lo suficientemente grande para que en él quepa toda la humanidad, y una vida lo suficientemente sintonizada con Dios para que a través de lo que hace se abra una ventana del cielo para que las personas descubran a Cristo.
Tenemos que confiar en los plazos de Dios. Cuando rezamos el Padrenuestro decimos "Hágase tu voluntad en la tierra y en el cielo" no podemos olvidarnos de estas dos dimensiones donde Dios actúa siempre para nuestro bien aunque en un determinado momento creamos que no es así.
¿Crees importante la oración constante? ¿Por qué? ¿Cómo actúas cuando Dios no realiza lo que le pides? ¿Cómo se queda tu relación con Dios cuando no te concede lo que solicitas? ¿Cómo está presente la Palabra, la oración y los sacramentos en tu vida?