LECTURAS DEL VIERNES XXVI DEL T. ORDINARIO 30 DE SEPTIEMBRE SAN JERÓNIMO PRESBÍTERO Y DOCTOR DE LA IGLESIA (BLANCO)
El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza…
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 1, 2-3
Dichoso el hombre que medita la ley del Señor, de día y de noche; dará fruto a su tiempo.
ORACIÓN COLECTA
Dios
nuestro, que diste a san Jerónimo, presbítero, un suave y vivo afecto
por la Sagrada Escritura, concede que tu pueblo se alimente de tu
palabra con mayor abundancia y encuentre en ella la fuente de su vida.
Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Alguna vez en tu vida le has dado órdenes a la mañana o has llegado hasta donde nace el mar?
Del libro de Job: 38, 1. 12-21; 40, 3-5
El
Señor le habló a Job desde el seno de la tormenta y le dijo: "¿Acaso
alguna vez en tu vida le has dado órdenes a la mañana o le has señalado
su lugar a la aurora, para que ciña a la tierra por los bordes y sacuda
de ella a los malvados; para que ponga de relieve sus contornos y la
tiña de colores como un vestido; para que prive a los malvados del
amparo de las tinieblas y acabe con el poder del hombre criminal? ¿Has
llegado hasta donde nace el mar o te has paseado por el fondo del
océano? ¿Se te han franqueado las puertas de la muerte o has visto los
portones del país de los muertos? ¿Has calculado la anchura de la
tierra? Dímelo, si lo sabes.
¿Sabes
en dónde vive la luz y en dónde habitan las tinieblas? ¿Podrías
conducirlas a su morada o enseñarles el camino de su casa? Si lo sabes,
es que para entonces tú ya habrías nacido y el número de tus años sería
incontable".
Job
le respondió al Señor: "He hablado a la ligera, ¿qué puedo responder?
Me taparé la boca con la mano. He estado hablando y ya no insistiré más;
ya no volveré a hablar".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 138
R/. Condúcenos, Señor, por tu camino.
Tú
me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo me siento y me
levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú observas mi camino y mi
descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
¿A
dónde iré yo lejos de ti? ¿Dónde escaparé de tu mi-rada? Si subo hasta
el cielo, allí estás tú; si bajo al abismo, allí te encuentras. R/.
Si voy en alas de la aurora o me alejo hasta el extremo del mar, también allí tu mano me conduce y tu diestra me sostiene. R/.
Tú
formaste mis entrañas, me tejiste en el seno materno. Te doy gracias
por tan grandes maravillas; soy un prodigio y tus obras son prodigiosas.
R/.
ACLAMACIÓN Cfr. Sal 94, 8
R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.
El que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 13-16
En
aquel tiempo, Jesús dijo: "¡Ay de ti, ciudad de Corozaín! ¡Ay de ti,
ciudad de Betsaida! Porque si en las ciudades de Tiro y de Sidón se
hubieran realizado los prodigios que se han hecho en ustedes, hace mucho
tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza.
Por eso el día del juicio será menos severo para Tiro y Sidón que para
ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo?
No. Serás precipitada en el abismo".
Luego,
Jesús dijo a sus discípulos: "El que los escucha a ustedes, a mí me
escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza y el que me
rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado".
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos,
Señor, que, meditando tu palabra, a ejemplo de san Jerónimo, te
ofrezcamos con mayor fervor el sacrificio de la salvación. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jr 15, 16
Siempre que oí tus palabras, Señor, las acepté con gusto; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor,
que los sagrados dones que acabamos de recibir en la celebración gozosa
de san Jerónimo, inflamen los corazones de tus fieles, para que,
atentos a la enseñanza de la Sagrada Escritura, conozcamos lo que
debemos seguir y, siguiéndolo, lleguemos a la vida eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
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Las palabras de Dios, especialmente en forma de preguntas, hace que Job descubra sus propias limitaciones y deje de ser el centro del universo. Ponernos en el centro de todo es la tendencia tenemos cuando algo en nuestra vida no va bien. La mirada de Dios, sin descuidar de nosotros, es más grande que nuestro pequeño mundo. Las preguntas que Dios le dirige a Job es una invitación a confrontar la vida desde una perspectiva más amplia, es decir, desde la mirada del propio Dios. Es una actitud egoísta fijarnos solamente en nuestros problemas, encerrarnos en nosotros mismos y olvidar que existe un mundo que cuenta con nuestra ayuda, que hay personas que nos necesitan.
La respuesta de Job es una bella expresión de apertura al misterio, aún en medio del sufrimiento: “me siento pequeño”. Reconocerse pequeño fue su respuesta, su actitud y su oración. Esa es la actitud que nosotros debemos tener ante Dios y no sentirnos como el ombligo del mundo. Sin duda, la pequeñez nos hará ver nuestra existencia con otros ojos.
En cierto sentido es la misma crítica que Jesús dirige hacia las ciudades en las que se anunció la Buena Nueva. El rechazo al mensaje de Jesús es una evidencia de la autosuficiencia en la que viven. Este es el problema de algunos países europeos cierran sus fronteras frente a la necesidad de tantas personas que huyen de la guerra y de la escasez económica en la que viven. Los nacionalismos, que suelen reforzar la identidad en detrimento del rechazo a los demás, son contrarios a la identidad cristiana y al mensaje del Evangelio.
Celebramos la memoria de San Jerónimo, conocido especialmente por traducir la Biblia al latín, también conocida como Vulgata. Se puede ver, su amor por las Sagradas Escrituras reflejado en uno de sus escritos: “deseamos traducir las palabras en obras; no hablar de cosas santas, sino de hacerlas”.