LECTURAS DEL LUNES XXIII DEL T. ORDINARIO 5 DE SEPTIEMBRE (VERDE)
¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado: el bien o el mal, salvar una vida o acabar con ella?
ANTÍFONA DE ENTRADA Rm 5, 5; Cfr. 8,11
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Señor
Dios, que has ilustrado los corazones de tus fieles con la luz del
Espíritu Santo, concédenos que, bajo su inspiración, sepamos discernir
lo que es recto y experimentemos siempre el gozo de su consuelo. Por
nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Tiren la antigua levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5,1-8
Queridos
hermanos. Es voz común que hay entre ustedes un caso de inmoralidad tan
grande, que ni entre los paganos existe, pues uno de ustedes vive con
la mujer de su padre.
Y
todavía andan ustedes presumiendo, cuando más bien deberían estar de
luto y haber arrojado de entre ustedes al que cometió semejante
enormidad. Por mi parte, yo, ausente de cuerpo, pero presente en
espíritu, ya pronuncié mi sentencia como si hubiera estado presente,
contra el que ha hecho eso.
Reúnanse,
pues, ustedes —yo estaré presente en espíritu—, y en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo y con su poder, entreguen a ese hombre a
Satanás para castigo de su cuerpo, a fin de que su espíritu se salve el
día del Señor.
Así
que no está bien que anden presumiendo. ¿No saben que un poco de
levadura hace fermentar toda la masa? Tiren la antigua levadura, para
que sean una masa nueva, ya que son pan sin levadura, pues Cristo,
nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.
Celebremos,
pues, la fiesta de la Pascua, no con la antigua levadura, que es de
vicio y maldad, sino con el pan sin levadura, que es de sinceridad y
verdad.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 5
R/. Condúceme, Señor, por tu camino santo.
Tú
no eres, Señor, un Dios al que pudiera la maldad agradarle, ni el
malvado es tu huésped, ni ante ti puede estar el arrogante. R/.
Al malhechor detestas y destruyes, Señor, al embustero; aborreces al hombre sanguinario y a quien es traicionero. R/.
Que se alegren con júbilo eterno los que se acogen a ti; protégelos, que se regocijen los que te aman. R/.
ACLAMACIÓN Jn 10, 27
R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, yo las conozco y ellas me siguen. R/.
Estaban acechando a Jesús para ver si curaba en sábado.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 6-11
Un
sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un
hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y fariseos
estaban acechando a Jesús para ver si curaba en sábado y tener así de
qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, le dijo al hombre
de la mano paralizada: "Levántate y ponte ahí en medio". El hombre se
levantó y se puso en medio.
Entonces
Jesús les dijo: "Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué es lo que está
permitido hacer en sábado: el bien o el mal, salvar una vida o acabar
con ella?" Y después de recorrer con la vista a todos los presentes, le
dijo al hombre: "Extiende la mano". Él la extendió y quedó curado. Los
escribas y fariseos se pusieron furiosos y discutían entre sí lo que le
iban a hacer a Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica,
Señor, los dones que te ofrecemos y purifica nuestros corazones con la
luz del Espíritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 67, 29-30
Confirma, Señor, las obras que realizaste por nosotros, desde tu templo santo de Jerusalén.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
https://www.facebook.com/snfranciscoxavier.comunidadcatolica
Comentario al evangelio
Queridos amigos y amigas:
En el Evangelio de hoy aparece un hombre con una dolencia: tenía el brazo paralizado.
Se me ocurre que además de las parálisis físicas, ese hombre representa a todas aquellas veces en que nos quedamos parados, sin movernos, sin actuar.
Hay una parálisis que viene del cansancio: si hemos trabajado demasiado, es bueno descansar. Aunque hay un cansancio interior que no se cura con el mero descanso.
Hay una parálisis que viene de la decepción: hemos trabajado, lo hemos intentado, y no hemos conseguido nada… Como cuando aquella noche los discípulos habían intentado pescar, sin resultado.
Hay una parálisis que viene por el miedo: cuando algo o alguien nos amenaza, eso nos paraliza y nos impide actuar.
El Señor Jesús viene a curar tu parálisis. Sea la que sea. Porque su Espíritu es fortaleza en el cansancio, aliento en el desánimo y fortaleza en el temor. También hoy te dice: “Extiende el brazo”. Y puedes quedar restablecido.
El Señor Jesús viene a curar tu parálisis… aunque sea “en sábado”.