LECTURAS DEL DOMINGO XXIII DEL T. ORDINARIO 4 DE SEPTIEMBRE (VERDE) (HOY ES LA CANONIZACIÓN DE LA BEATA TERESA DE CALCUTA)
El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 137. 124
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos; muéstrate bondadoso con tu siervo.
ORACIÓN COLECTA
Señor,
Dios, de quien nos viene la redención y a quien debemos la filiación
adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto amas, para que todos
los que creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Quién es el hombre que puede conocer los designios de Dios?
Del libro de la Sabiduría: 9, 13-19
¿Quién
es el hombre que puede conocer los designios de Dios? ¿Quién es el que
puede saber lo que el Señor tiene dispuesto? Los pensamientos de los
mortales son inseguros y sus razonamientos pueden equivocarse, porque un
cuerpo corruptible hace pesada el alma y el barro de que estamos hechos
entorpece el entendimiento.
Con
dificultad conocemos lo que hay sobre la tierra y a duras penas
encontramos lo que está a nuestro alcance. ¿Quién podrá descubrir lo que
hay en el cielo? ¿Quién conocerá tus designios, si tú no le das la
sabiduría, enviando tu santo espíritu desde lo alto?
Sólo
con esa sabiduría lograron los hombres ende-rezar sus caminos y conocer
lo que te agrada. Sólo con esa sabiduría se salvaron, Señor, los que te
agradaron desde el principio.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 89
R/. Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Tú
haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que
retornen. Mil años para ti son como un día que ya pasó; como una breve
noche. R/.
Nuestra
vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba, que despunta y
florece en la mañana y por la tarde se marchita y se seca. R/.
Enséñanos
a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a
tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo? R/.
Llénanos
de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Haz, Señor, que
tus siervos y sus hijos, puedan mirar tus obras y tu gloria. R/.
Recíbelo, no como esclavo, sino como hermano amadísimo.
Querido
hermano: Yo, Pablo, ya anciano y ahora, además, prisionero por la causa
de Cristo Jesús, quiero pedirte algo en favor de Onésimo, mi hijo, a
quien he engendrado para Cristo aquí, en la cárcel.
Te
lo envío. Recíbelo como a mí mismo. Yo hubiera querido retenerlo
conmigo, para que en tu lugar me atendiera, mientras estoy preso por la
causa del Evangelio. Pero no he querido hacer nada sin tu
consentimiento, para que el favor que me haces no sea como por
obligación, sino por tu propia voluntad.
Tal
vez él fue apartado de ti por un breve tiempo, a fin de que lo
recuperaras para siempre, pero ya no como esclavo, sino como aleo mejor
que un esclavo, como hermano amadísimo. Él ya lo es para mí. ¡Cuánto más
habrá de serlo para ti, no sólo por su calidad de hombre, sino de
hermano en Cristo! Por lo tanto, si me consideras como compañero tuyo,
recíbelo como a mí mismo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN Sal 118, 135
R/. Aleluya, aleluya.
Señor, mira benignamente a tus siervos y enséñanos a cumplir tus mandamientos. R/.
El que no renuncie a todos sus bienes no puede ser mi discípulo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 25-33
En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre y él, volviéndose a sus discípulos, les dijo:
"Si
alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su
esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí
mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y me sigue,
no puede ser mi discípulo.
Porque,
¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a
calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que,
después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que
se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre comenzó a
construir y no pudo terminar’.
¿O
qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar
si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro del que viene
contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro esté aún lejos,
le enviará una embajada para proponerle las condiciones de paz. Así
pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede
ser mi discípulo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.
Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras plegarias y atienda a nuestras peticiones.
Digamos: Te rogamos, Señor.
Por
la santa Iglesia de Dios, para que el Señor le conceda la paz y la
unidad, la guarde de todo mal y acreciente el número de sus hijos,
roguemos al Señor.
Por
la paz del mundo, para que cesen las rivalidades entre las naciones,
renazca en el corazón de los hombres el amor y arraigue entre todos los
pueblos la mutua comprensión, roguemos al señor.
Para
que Dios, Padre todopoderoso, purifique al mundo de todo error,
devuelva la salud a los enfermos, aleje el hambre, abra las prisiones
injustas y conceda el regreso a los que añoran la patria, roguemos al
Señor.
Para
que el Señor nos conceda perseverar en la fe hasta el fin de nuestra
vida y, después de la muerte, nos admite en el reino de la felicidad, de
la luz y de la paz, roguemos al Señor.
Señor,
Dios todopoderoso y eterno, que sabes que apenas conocemos las cosas de
la tierra y con trabajo descubrimos el rastro de las del cielo, escucha
nuestras oraciones y envíanos la sabiduría de tu Espíritu, para que,
como verdaderos discípulos de tu Hijo, llevemos nuestra cruz de cada día
y, unidos a él, sigamos fielmente tus caminos. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor
Dios, fuente de toda devoción sincera y de la paz, concédenos honrar de
tal manera, con estos dones, tu majestad, que, al participar en estos
santos misterios, todos quedemos unidos en un mismo sentir. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 41, 2-3
Como la cierva busca el agua de las fuentes, así, sedienta, mi alma te busca a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed del Dios vivo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN