LECTURAS DEL JUEVES IX DEL T. ORDINARIO 2 DE JUNIO (VERDE)
Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 109, 4
Juró el Señor y no ha de retractarse: “Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec”.
ORACIÓN COLECTA
Dios
y Padre nuestro, que para gloria tuya y salvación del género humano
constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo
redimido con su Sangre, por la participación en este memorial,
experimentar el poder de la cruz y la resurrección de tu Hijo. Él, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
La palabra de Dios no está encadenada. – Si morimos con él, viviremos con él.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 8-15
Querido
hermano: Recuerda siempre que Jesucristo, descendiente de David,
resucitó de entre los muertos, conforme al Evangelio que yo predico. Por
este Evangelio sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la
Palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo sobrellevo todo por amor a
los elegidos, para que ellos también alcancen en Cristo Jesús la
salvación, y con ella, la gloria eterna.
Es
verdad lo que decimos: "Si morimos con él, viviremos con él; si nos
mantenemos firmes, reinaremos con él; si lo negamos, él también nos
negará; si le somos infieles, él permanece fiel, porque no puede
contradecirse a sí mismo".
Eso
es lo que has de enseñar. Adviérteles a todos, delante de Dios, que
eviten las discusiones por cuestión de palabras, lo cual no sirve para
nada, sino para perdición de los oyentes.
Esfuérzate
por presentarte ante Dios como un trabajador intachable, que no tiene
de qué avergonzarse y predica fielmente la verdad.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 24
R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos,
Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres
nuestro Dios y salvador, y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.
Porque
el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía
por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
Con
quien guarda su alianza y sus mandatos el Señor es leal y bondadoso. El
Señor se descubre a quien lo teme y le enseña el sentido de su alianza.
R/.
ACLAMACIÓN Cfr. 2 Tm 1, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.
Éste es el primer mandamiento. – El segundo es semejante a éste.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 28-34
En
aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó:
"¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?" Jesús le respondió: "El
primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor;
amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con
toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos".
El
escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el
Señor es único y que no hay otro fuera de él, y amarlo con todo el
corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como
a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios".
Jesús,
viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No estás lejos del
Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos,
Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se
celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra
redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Cor 11, 24-25
Éste
es mi Cuerpo que se entrega por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza
que se sella con mi Sangre, dice el Señor. Hagan esto en memoria mía
siempre que beban de él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por
la participación de este sacrificio que tu Hijo nos mandó ofrecer en
conmemoración suya, te rogamos, Señor, que, unidos a él, seamos una
oblación perenne. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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Comentario al Evangelio de hoy
Severiano Blanco, cmf
Queridos hermanos:La continuidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo es más sólida que lo que a veces pensamos. A la pregunta de un ilustrado, Jesús responde citando lisa y llanamente un texto del AT; él mismo dirá que no ha venido a abolir la Ley y los Profetas, sino a llevarlos a plenitud (Mt 5,17). Jesús no predicó a Israel un Dios nuevo ni una religión diferente, sino la fidelidad a la Alianza de siempre. Él se insertó plena y creativamente en el Pueblo de la Alianza.
A primera vista, hablar de monoteísmo a cristianos sabe a poco; no corremos riesgos de caer en el politeísmo de religiones o mitologías antiguas. Pero sabemos que en nuestras vidas pueden infiltrarse otro tipo de politeísmos; pueden aparecer “diosecillos” que pretenden enseñorearse de nosotros tanto o más que el Dios cuyo único señorío confesamos. A este respecto, podríamos preguntarnos qué es lo que ocupa más frecuentemente nuestros pensamientos y nuestro corazón, cuál es el objeto de nuestras preocupaciones, o qué nos apasiona habitualmente. ¿No es cierto que el propio prestigio, o la propia apariencia, nos quitan a veces el sueño más que la causa de Dios y de la humanidad? ¿Cuál es la motivación principal de nuestro trabajo o actuaciones? En Alemania se hablaba mucho hace unos años de la Profilneurose (preocupación enfermiza por la propia imagen). Y Jesús ya nos ponía en guardia frente a otra desviación: “no podéis servir a Dios y al dinero” (Mt 6,24). Reconociendo la verdad de tal aforismo, oímos a veces como chascarrillo: “entre Dios y el dinero lo segundo es lo primero”.
La preocupación económica, sin embargo, podría justificarse en muchos casos desde la obligada atención a la propia familia. Pero, ¿qué decir de las horas entregadas a lo intranscendente y baladí? ¿Cómo compatibilizar preocupaciones auténticamente humanas o religiosas con la atención permanente a la liga de fútbol? ¿Habría prestado Jesús, o los profetas de Israel, alguna atención a las olimpíadas griegas? ¿Cómo explicar la gran audiencia de programas televisivos zafios, frívolos y a veces deshumanizadores?
La propuesta de Jesús, basada en el texto del AT, es altamente humanizadora, más aún, divinizadora: el hombre es llamado a la categoría de amigo de Dios. No se habla aquí de sumisión, mucho menos de “opresión”, sino de elevación por el amor, de relacionarnos con Dios mediante la mente y el corazón, de una pertenencia afectiva. El ser humano queda dignificado por su plena pertenencia a Dios, que le quiere “entero” para sí: Dios desea ser Dios de “todo nuestro ser”; nosotros suyos y él nuestro: “el Señor tu Dios”.
Es, por otra parte, digno de notarse que la respuesta de Jesús va más allá de lo preguntado. El escriba quería saber sobre el primer mandamiento y Jesús le habla del primero y del segundo. Con ello le da a entender que no sabe separarlos, que no se puede tener una relación cordial con Dios sin tenerla también cordial con sus hijos. Sería como apreciar a Dios y despreciar su imagen. El amor a Dios recibe así forma concreta.