Palabra de Dios.
LECTURAS DEL DOMINGO XIII DEL T. ORDINARIO 26 DE JUNIO (VERDE)
"El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios".
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 46, 2
Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Señor
Dios, que mediante la gracia de la adopción filial quisiste que
fuéramos hijos de la luz, concédenos que no nos dejemos envolver en las
tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre vigilantes en el
esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
Se dice Gloria.
LITURGIA DE LA PALABRA
Eliseo se levantó y siguió a Elías.
En
aquellos tiempos, el Señor le dijo a Elías: "Unge a Eliseo, el hijo de
Safat, originario de Abel-Mejolá, para que sea profeta en lugar tuyo".
Elías partió luego y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba
arando. Delante de él trabajaban doce yuntas de bueyes y él trabajaba
con la última. Elías pasó junto a él y le echó encima su manto. Entonces
Eliseo abandonó sus bueyes, corrió detrás de Elías y le dijo: "Déjame
dar a mis padres el beso de despedida y te seguiré". Elías le contestó:
"Ve y vuelve, porque bien sabes lo que ha hecho el Señor contigo".
Se
fue Eliseo, se llevó los dos bueyes de la yunta, los sacrificó, asó la
carne en la hoguera que hizo con la madera del arado y la repartió a su
gente para que se la comieran. Luego se levantó, siguió a Elías y se
puso a su servicio.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 15
R/. Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
Protégeme,
Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi
Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está
en sus manos. R/.
Bendeciré
al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezaré. R/.
Por
eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá tranquilo,
porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que sufra yo la
corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti. R/.
La vocación de ustedes es la libertad.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 5, 1. 13-18
Hermanos:
Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la
libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. Su vocación,
hermanos, es la libertad. Pero cuiden de no tomarla como pretexto para
satisfacer su egoísmo; antes bien, háganse servidores los unos de los
otros por amor. Porque toda la ley se resume en un solo precepto: Amarás
a tu prójimo como a ti mismo. Pues si ustedes se muerden y devoran
mutuamente, acabarán por destruirse.
Los
exhorto, pues, a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu;
así no se dejarán arrastrar por el desorden egoísta del hombre. Este
desorden está en contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu está en
contra de ese desorden. Y esta oposición es tan radical, que les impide a
ustedes hacer lo que querrían hacer. Pero si los guía el Espíritu, ya
no están ustedes bajo el dominio de la ley.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN 1 Sm 3, 9; Jn 6,68
R/. Aleluya, aleluya.
Habla, Señor, que tu siervo te escucha. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
Jesús tomó la firme determinación de ir a Jerusalén. — Te seguiré a dondequiera que vayas.
Cuando
ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús
tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén. Envió
mensajeros por delante y ellos fueron a una aldea de Samaria para
conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo,
porque supieron que iba a Jerusalén. Ante esta negativa, sus discípulos
Santiago y Juan le dijeron: "Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego del
cielo para que acabe con ellos?" Pero Jesús se volvió hacia ellos y los
reprendió. Después se fueron a otra aldea.
Mientras
iban de camino, alguien le dijo a Jesús: "Te seguiré a dondequiera que
vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los
pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la
cabeza".
A
otro, Jesús le dijo: "Sígueme". Pero él le respondió: "Señor, déjame ir
primero a enterrar a mi padre". Jesús le replicó: "Deja que los muertos
entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios".
Otro
le dijo: "Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi
familia". Jesús le contestó: "El que empuña el arado y mira hacia atrás,
no sirve para el Reino de Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Unidos a todos aquellos que comparten nuestra fe, oremos al Padre por Jesucristo, en el Espíritu.
Después de cada petición diremos: Padre misericordioso, escúchanos.
Por el Papa Francisco, sucesor del apóstol Pedro: que Dios lo bendiga con su bondad. Oremos.
Por todos los países del mundo: que Dios inspire a sus habitantes para que hagan progresar la justicia y la libertad. Oremos.
Por quienes sufren discriminación, violencia o injusticia: que encuentren en Dios su fortaleza y en nosotros ayuda. Oremos.
Por todos nosotros: que seamos fieles al servicio de Dios y ayuda a nuestros hermanos. Oremos.
Dios
Padre, tú conoces todo cuanto necesitamos. Escucha nuestras oraciones y
acoge los deseos de quienes creen en ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor
Dios, que bondadosamente realizas el fruto de tus sacramentos,
concédenos que seamos capaces de servirte como corresponde a tantos
misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 17, 20-21
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
https://www.facebook.com/snfranciscoxavier.comunidadcatolica
Comentario al Evangelio de hoy
Julio César Rioja, cmf
DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO (26 DE JUNIO)Queridos hermanos:
“Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor”, dice San Pablo a los Gálatas en la segunda lectura. Las palabras de Jesús en el Evangelio nos recuerdan que la adhesión a su persona y a sus valores, es la garantía para que nada se interponga entre nuestro deseo de ser libres y el seguimiento para conseguir esa libertad. Él no es la competencia de los demás amores, lo que busca es que nuestro amor sea libre.
Las repuestas son duras para los que quieren seguirle: “Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. En el segundo caso la llamada de Jesús se encuentra con excusas, que a nosotros nos pueden parecer comprensibles: “Déjame primero ir a enterrar a mi padre” y le dice:” Deja que los muerto entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios”, no se pueden anteponer las personas o las cosas a la misión. El tercero, quiere despedirse de su familia, pero el Reino comparta decisiones firmes y rupturas: “El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el Reino de Dios”. La libertad es exigente.
Por eso tenemos “miedo a la libertad”, esa libertad se echa muchas veces en falta como distintivo de nuestras comunidades: en celebraciones, sermones, denuncias, documentos, nos identificamos más con el orden y la seguridad que con la búsqueda y el riesgo. Seguimos atados a nuestros muertos, al pasado (siempre se hizo así), a los edificios, los lugares (no tiene donde reclinar la cabeza), a las autoridades (si usas la libertad igual no creces). Nuestras historias nos han hecho desconfiados y distantes con lo que tenga que ver con la libertad, pero en el origen de nuestro seguimiento esta un acto de libertad. Es verdad que todos somos pecadores y débiles, pero tenemos que ser capaces de poner todo en juego para seguirle.
“Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego con aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó, marcho tras Elías y se puso a su servicio”, se nos recuerda en la primera lectura. Toda vocación supone una desinstalación, una ruptura con la casa, con la familia, para entrar en la dinámica de un camino nuevo y desconocido. La itinerancia, el no apegarse a las cosas, el saber que estamos de paso, el no ser intransigentes como Santiago y Juan: “Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos? Él se volvió y les regañó”, es el estilo del cristiano.
Como nos decía León Felipe:”Ser en la vida romero, /romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos. /Ser en la vida romero, /sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo. /Ser en la vida romero, romero..., sólo romero. /Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo, /pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,/ligero, siempre ligero./Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo, /ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos/para que nunca recemos/como el sacristán los rezos,/ni como el cómico viejo/digamos los versos./La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos,/decía el príncipe Hamlet, viendo/cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo/un sepulturero./No sabiendo los oficios los haremos con respeto./Para enterrar a los muertos como debemos/cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero./Un día todos sabemos/hacer justicia. Tan bien como el rey hebreo/la hizo Sancho el escudero/y el villano Pedro Crespo. /Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo. /Pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero, /ligero, siempre ligero. /Sensibles a todo viento/y bajo todos los cielos, /poetas, nunca cantemos/la vida de un mismo pueblo/ni la flor de un solo huerto. /Que sean todos los pueblos/y todos los huertos nuestros.”
Ya sabemos con realismo y prudencia, pero no con una prudencia que todo lo iguale. Es preciso dejar hacer al viento, al Espíritu, pues como nos dice San Pablo: “Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado”.
Termino con una oración que me ha mandado una amiga para este día, resume bien nuestra situación y perdonar por tanta poesía.
LOS QUE DICEN “PERO”….
¿Qué es este Reino tuyo, Señor?
Para entrar en él… ¿hemos de arrancarnos el corazón
y meterlo debajo de un zapato o sembrarlo en un erial?
En tu Reino no cabe la venganza
ni la distinción de pueblos;
no cabe la comodidad,
ni la familia
ni aun la muerte del más amado.
¿Qué traes tú, que tanto exiges?
Si vamos contigo en el camino,
¿hemos de perdonar aun cuando nos desechen
y nos cierren la puerta?
¿Hemos de asumir la fragilidad, lo provisional, la precariedad?
¿Hemos de mirar solo adelante,
sin que tiemble nuestra mano en el arado
ni busquen nuestros ojos
a aquellos que un día llenaron nuestra vida?
¿Hemos de aprender a desnudarnos
sin que sangren los pies ni duelan las manos
ni sienta la piel el escalofrío de la soledad?
¡Qué difícil es seguirte, Señor,
porque al abrirnos la puerta inmensa del amor
cierras nuestras puertas pequeñitas,
donde nos sentimos bien y nos creemos a salvo!
¡Qué difícil es tu camino, Señor,
porque al llamarnos a la tarea de la libertad
haces que nos duelan más las huellas de nuestras viejas cadenas,
de nuestras costumbres
que nos alejan de ti y de los hombres!
No quiero, Señor,
sentarme al borde del camino y verte pasar,
alejándote.
Pero… ¡¡son tan difíciles a veces tus palabras!!
PD: Hoy en nuestro país se celebran las Elecciones Generales, podemos pedir por los políticos para que sean capaces de llegar a acuerdos.