Misal de hoy Sabado 9 de Abril 2016 y Comentario al Evangelio

LECTURAS DEL SÁBADO II DE PASCUA 9 DE ABRIL (BLANCO)


El les dijo: "Soy yo, no tengan miedo".


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ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 29, 12

Cambiaste mi llanto en gozo, Señor, y me vestiste de fiesta. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que con la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por la intercesión de su Madre, la Virgen María, obtener la felicidad de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo.


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Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 1-7

En aquellos días, como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días.

Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les dijeron: "No es justo que, dejando el ministerio de la palabra de Dios, nos dediquemos a administrar los bienes. Escojan entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales encargaremos este servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra".

Todos estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y éstos, después de haber orado, les impusieron las manos.

Mientras tanto, la palabra de Dios iba cundiendo; en Jerusalén se multiplicaba grandemente el número de los discípulos. Incluso un grupo numeroso de sacerdotes había aceptado la fe.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 32

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R. El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.

Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos gracias a Dios, al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos. R/.

Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.

Cuida el Señor de aquellos que lo temen yen su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.

ACLAMACIÓN

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R/. Aleluya, aleluya.

Resucitó Cristo, que creó todas las cosas y se compadeció de todos los hombres. R/.

Vieron a Jesús caminando sobre las aguas.

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Del santo Evangelio según san Juan: 6, 16-21

Al atardecer del día de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús bajaron al lago, se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Ya había caído la noche y Jesús todavía no los había alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago se iban encrespando.

Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre las aguas, acercándose a la barca, y se asustaron. Pero él les dijo: "Soy yo, no tengan miedo". Ellos quisieron recogerlo a bordo y rápidamente la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.

Palabra del Señor.

Gloria a ti Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Padre santo, la ofrenda de nuestra humildad que, llenos de alegría, te presentamos al celebrar la conmemoración de la santísima Virgen María y concédenos que, asociados al sacrificio de Cristo, recibamos el consuelo en la vida presente y los gozos de la salvación eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio de santa María Virgen.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

Alégrate, Virgen Madre, porque Cristo ha resucitado del sepulcro. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Fortalecidos con los sacramentos pascuales, te rogamos, Señor, que quienes celebramos la memoria de la Madre de tu Hijo, manifestemos la vida de Jesús en nuestra carne mortal. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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Comentario al Evangelio de hoy

José Luis Latorre, cmf
Queridos/as amigos/as
El episodio de Jesús caminando sobre el lago es un símbolo de nuestra vida cristiana. Los discípulos somos nosotros que, como ellos, estamos haciendo la travesía del lago (lugar de las fuerzas del mal según la tradición judía). En el momento más inesperado sopla el viento de la tentación y el mar de las pasiones, las ambiciones y los deseos ocultos se abate (se increpa) sobre nosotros, de tal manera que nos arrastra a gran velocidad hacia el abismo. El mal es tan fuerte que a veces en un instante nos olvidamos de todas las obras grandes que Dios ha hecho en nosotros o a nuestro alrededor como les pasó a los discípulos después de la espectacular multiplicación de los panes y los peces.
Pero Jesús, que nunca nos deja solos, viene inesperadamente en nuestro auxilio en una palabra suya que escuchamos, en el consejo de un sacerdote o amigo/a, en el deseo de entrar en una Iglesia para orar… causándonos a veces susto y zozobra por la forma tan misteriosa en que aparece junto a nosotros. Y como a los discípulos nos dice al corazón: ¡SOY YO. NO TEMÁIS!, es decir no te asustes, no dudes, no desconfíes, no te inquietes que yo estoy aquí a tu lado para librarte de esa pasión, o ambición, o mal deseo, o tentación que te quería hundir y separar de Mí: yo estoy siempre contigo aunque a veces te parezca que estás solo o que me he olvidado de ti.
El pasaje termina: “Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra enseguida…” Después de la experiencia dolorosa viene la calma y surge en el corazón el deseo de tener cerca a Jesús siempre, y que Él esté en mi misma barca y haga conmigo la travesía; surge además la convicción de que sin Jesús se hace muy difícil la travesía de la vida, pero con Jesús a bordo uno navega más seguro y confiado y con más fuerza para enfrentar las olas del mal que continuamente nos acechan hasta que lleguemos a la tierra prometida, el cielo.