Dios Padre Bueno y Misericordioso,
te damos Gracias porque en Ti, Dios nuestro,
encontramos el descanso que necesitamos.
Danos Tú un corazón sencillo y alegre
que responda con tu amor a cada hermano
y que se muestre manso y humilde igual que Tú.
Te damos Gracias, Dios Padre Misericordioso,
porque Tú nos consuelas, nos confortas
y nos llenas de tu Paz y sosiego, en cada una
de nuestras situaciones de dolor y sufrimiento.
Te damos Gracias porque Tú nos alientas, nos sacias
y nos fortaleces desde nuestra debilidad y cansancio.
Te damos Gracias porque Tú, Dios Padre, nos enseñas
que para encontrarnos contigo tan sólo es necesario
la humildad y la buena voluntad de un corazón puro.
Gracias, Padre, por revelarte en cada corazón humano
que desea encontrarte, amarte y quedarse junto a Ti,
y porque cada día nos llenas de ánimo y esperanza. Amén.