Vivimos agobiados y aplastados por la tarea de cada día. Muchas veces vivimos como robots. Hacemos las cosas sin pensar. No nos queda un rato para dedicarlo al descanso, o a reflexionar.
Jesús nos dice en el Evangelio de hoy: "Venid a mi, todos los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré. Mi yugo es suave y mi carga ligera".
Sin embargo, entre nosotros usamos otras expresiones: " El trabajo nos lleva todo el día". "Si queremos estar al día hay que estudiar o trabajar sin descanso, no podemos perder un minuto...
"Nos faltan horas en el día para poder sacar adelante nuestras familias" "No queda un rato para nada y menos para pensar".
En esta Celebración de hoy vamos a acercarnos a Dios con sencillez y con tranquilidad. Vamos a intentar pensar un poco en nuestras vidas y descansar un rato junto a Dios.
PARA VIVIR ESTA SEMANA
El evangelio, el mensaje de Jesús, debía de estar, además, en los anales y estudios psicológicos más estudiados. ¿Por qué? Pues por que es el mejor método a seguir para realizarse, para llegar a la plena felicidad. No hay ninguna otra solución mejor a nuestros "males cotidianos" y "calentamientos de cabeza". Y Jesús lo sabe, nos está viendo cómo nos complicamos la vida con "historias varias", ahogándonos en un vaso de agua, y tiene que ponerse algunas veces de los nervios viéndonos cómo no hacemos caso de Él, cómo no vamos a su regazo, cómo no confiamos en su Amor que nos cuida...
Para esta semana, está muy clara la manera de vivir esta Palabra, lo primero que debemos hacer es comportarnos de una manera humilde, reconociendo que no somos nada, lo segundo es intentar no alterarnos, contar hasta diez, aceptar cada cosa como un don de Dios que nos pone en el camino para superarnos, para luchar contra nuestro hombre viejo. Él nos alecciona y nos pone a prueba, no por nada, sino para hacernos más fuertes, por que sabe hasta donde podemos llegar y quiere que seamos cristianos realizados e hijos felices. Convenzámonos que es el mejor programa a seguir, y está hecho para gente sencilla, cuanto más analicemos las cosas, peor es, lo que viene es voluntad de Dios y lo que hay es que vivirlo enseguida, siempre y con alegría.