Introducción al Evangelio. Domingo 10 de Julio del 2011


La Parábola del Sembrador y la Semilla, que Jesús contó, es una escenificación de las posturas que las personas solemos tomar frente a la escucha de la Palabra de Dios.
Estas posturas suelen ir, desde los que no escuchamos ni hacemos ningún caso, hasta los que se lo toman muy en serio y actúan en consecuencia.
El corazón de las personas, es la tierra en la que Dios siembra su Palabra. Depende del estado y disposición de esa tierra, el que la Palabra dé abundante fruto, o se pierda sin más.
La Palabra de Dios hay que recibirla con alegría y amor, cultivarla con esfuerzo y sudor y cuidarla con mimo y calor, para que cambie nuestra vida y nuestro corazón, al germinar en nuestro interior.