LECTURAS DEL SÁBADO VI DE PASCUA 27 DE MAYO (BLANCO)
Yo les aseguro: cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Hch 1, 14
Los discípulos perseveraban unánimes en la oración, junto con María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios
y padre nuestro, que diste el Espíritu Santo a tus Apóstoles, que
oraban junto con María, la Madre de Jesús, concédenos, por intercesión
de la Virgen, que te sirvamos con fidelidad y trabajemos eficazmente,
con nuestra palabra y ejemplo, en la difusión de tu gloria. Por nuestro
Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
El judío Apolo demostró, por medio de la Escritura, que Jesús es el Mesías.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 23-28
En
aquellos días, después de haber estado en Antioquía algún tiempo,
emprendió Pablo otro viaje y recorrió Galacia y Frigia, confirmando en
la fe a los discípulos. Un judío, natural de Alejandría, llamado Apolo,
hombre elocuente y muy versado en las Escrituras, había ido a Éfeso.
Aquel hombre estaba instruido en la doctrina del Señor, y siendo de
ferviente espíritu, disertaba y enseñaba con exactitud lo concerniente a
Jesús, aunque no conocía más que el bautismo de Juan. Apolo comenzó a
hablar valientemente en la sinagoga. Cuando lo oyeron Priscila y Aquila,
lo tomaron por su cuenta y le explicaron con mayor exactitud la
doctrina del Señor. Como él deseaba pasar a Grecia, los hermanos lo
animaron y escribieron a los discípulos de allá para que lo recibieran
bien. Cuando llegó, contribuyó mucho, con la ayuda de la gracia, al
provecho de los creyentes, pues refutaba vigorosamente en público a los
judíos, demostrando, por medio de las Escrituras, que Jesús era el
Mesías.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 46
R/. Dios es el rey del universo. Aleluya.
Aplaudan,
pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor, el
Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Porque
Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos.
Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
Los
jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo de Dios, Dios de
Abraham, porque de Dios son los grandes de la tierra. Por encima de todo
Dios está. R/.
ACLAMACIÓN Cfr. Jn 16, 28
R/. Aleluya, aleluya.
Salí del Padre y vine al mundo, ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre, dice el Señor. R/.
El Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que salí del Padre.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 23-28
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro: cuanto
pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá. Hasta ahora no han pedido
nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
Les
he dicho estas cosas en parábolas; pero se acerca la hora en que ya no
les hablaré en parábolas, sino que les hablaré del Padre abiertamente.
En aquel día pedirán en mi nombre, y no les digo que rogaré por ustedes
al Padre, pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han
creído que salí del Padre. Yo salí del Padre y vine al mundo; ahora
dejo el mundo y vuelvo al Padre".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios
nuestro, que estas ofrendas alcancen, por tu benevolencia y por la
intercesión de la siempre Virgen María, que tu Iglesia crezca por el
número de fieles y resplandezca siempre por la abundancia de las
virtudes. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 11, 27-28
Dichosa la Virgen María, que llevó en sus entrañas al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
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Este tiempo litúrgico se presenta para nosotros como una oportunidad. Oportunidad para que el encuentro con el resucitado nos reubique. Dejar de verlo únicamente en el templo y pasar a verlo en el “otro” y sus circunstancias (muchas veces crucificado y otras resucitando). Se trata, además, de hacer buen uso de nuestro ego pues, actualmente, estamos “conectados” a espacios que invitan a fomentar el individualismo y la indiferencia (bajo la ley del “sálvese quien pueda”).
Si alguno de nosotros quiere ser testigo del resucitado y así experimentar plenitud de vida, ha de “desconectarse” y salir al encuentro de los que le rodean, compartiendo la bondad, la generosidad y el amor que brotan del corazón. El mundo tan atemorizado por su futuro necesita de personas que, despertando, humanicen los espacios donde parece que ha triunfado y vencido el mal.
Dejando un poco de lado nuestras actitudes materialistas y haciendo brotar la fe, en nuestro interior, sigamos el consejo que hoy nos hace Jesús en el Evangelio: “si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará”. Recordemos que Pascua es el tiempo de la madurez en la fe.Sepamos pedir, entonces, aquellas cosas que nos conducirán a la alegría plena. Siendo capaces de amar y entregarnos sinceramente como Jesús, antes de su muerte.
Jesús olvidándose de su trágico destino continúa catequizando a sus discípulos para que no pierdan la fe y confíen. Su presencia, siempre novedosa, se manifestará en aquellos que crean. Él seguirá presente y acompañando el caminar de la comunidad creyente hasta que alcance la madurez.
A propósito de una fe madura, las comunidades creyentes están invitadas a realizar un proceso donde se facilite el unir la fe y la vida. Mons. Romero, beato salvadoreño nos decía en una de sus homilías: “Antes de ser cristianos, tenemos que ser muy humanos” (31-12-78).pidamos a Dios nos ilumine y nos conceda ser testigos de su amor en el mundo .
Ciudad Redonda