Misal del dia de hoy domingo 14 de Mayo 2017 y Comentario al Evangelio

LECTURAS DEL DOMINGO V DE PASCUA 14 DE MAYO (BLANCO)


"Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí.


clip_image001





ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 97, 1-2

Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y todos los pueblos han presenciado su victoria. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, lleva a su plenitud en nosotros el sacramento pascual, para que, a quienes te dignaste renovar por el santo bautismo, les hagas posible, con el auxilio de tu protección, abundar en frutos buenos, y alcanzar los gozos de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo.

clip_image003
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 1-7

En aquellos días, como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días.

Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les dijeron: "No es justo que, dejando el ministerio de la Palabra de Dios, nos dediquemos a administrar los bienes. Escojan entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales encargaremos este servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra".

Todos estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y éstos, después de haber orado, les impusieron las manos.

Mientras tanto, la Palabra de Dios iba cundiendo. En Jerusalén se multiplicaba grandemente el número de los discípulos. Incluso un grupo numeroso de sacerdotes había aceptado la fe.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 32

clip_image005
R/. El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.

Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos. R/.

Sincera es la Palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.

Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.

Ustedes son estirpe elegida, sacerdocio real.

clip_image006
De la primera carta del apóstol san Pedro: 2, 4-9

Hermanos: Acérquense al Señor Jesús, la piedra viva, rechazada por los hombres, pero escogida y preciosa a los ojos de Dios; porque ustedes también son piedras vivas, que van entrando en la edificación del templo espiritual, para formar un sacerdocio santo, destinado a ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios, por medio de Jesucristo. Tengan presente que está escrito: He aquí que pongo en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado.

Dichosos, pues, ustedes, los que han creído. En cambio, para aquellos que se negaron a creer, vale lo que dice la Escritura: La piedra que rechazaron los constructores ha llegado a ser la piedra angular, y también tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella los que no creen en la palabra, y en esto se cumple un designio de Dios. Ustedes, por el contrario, son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a Dios y pueblo de su propiedad, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN  Jn 14, 6

clip_image007



R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor. R/.

Yo soy el camino, la verdad y la vida.

clip_image008
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 1-12

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy".

Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".

Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ve a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos a Jesús resucitado, vida y esperanza de la humanidad entera.

Después de cada petición diremos: Jesús resucitado, escúchanos.

Para que Cristo, esposo de la Iglesia, llene de alegría pascual a todos los que se han consagrado a la extensión de su Reino. Oremos.

Para que Cristo, piedra angular de la Iglesia, ilumine con el anuncio evangélico a los pueblos que aún desconocen la Buena Nueva de la resurrección. Oremos.

Para que Cristo, estrella luciente de la mañana, aleje el dolor y las penas de los que sufren. Oremos.

Para que Cristo, camino, verdad y vida, conceda a los maestros y a todos los trabajadores de la educación, ser conscientes de la gran responsabilidad que tienen en sus manos. Oremos.

Para que Cristo, testigo fidedigno y veraz, nos conceda ser sal y luz para los hombres que desconocen la victoria de la resurrección. Oremos.

Escucha, Señor Jesucristo, nuestras plegarias, y condúcenos hacia la vida plena que Dios Padre nos ofrece. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Pascua.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 1. 5

Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mí y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.


https://www.facebook.com/snfranciscoxavier.comunidadcatolica


La primera lectura de los Hechos de los Apóstoles, muestra los primeros síntomas de discordia en la comunidad cristiana. Los cristianos de origen griego sienten cierta discriminación, con respecto a los de lengua hebrea y así lo hicieron saber: “diciendo que en el suministro diario no atendían a sus viudas”. Los Doce, resuelven el problema mediante un discernimiento: “No nos parece bien descuidar la Palabra de Dios para ocuparnos de la administración”, que someten a consideración de la comunidad, que escoge a siete (diáconos los llamaremos más tarde), para este servicio. Dice el texto que: “la propuesta les pareció bien a todos”. Antes, en el Evangelio de hoy, que forma parte del discurso de despedida de Jesús, se escucha: “No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no, os lo había dicho, y me voy a prepararos sitio”. Entonces, parece claro  que los Doce no entienden nada, al menos Tomás y Felipe: “Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino?”, “Señor, muéstranos al Padre y nos basta”. Habrá que asumir la Pascua, para comprender los retos de los nuevos tiempos, las situaciones difíciles, los temores…, para no perder la calma y creer.
“Yo soy el camino y la verdad y la vida”, para evitar dudas, se nos presenta como el camino a seguir para llegar al Padre. Su vida es el modelo: pasó haciendo el bien, liberando a los oprimidos, curando a los enfermos, acercándose a los pobres y marginados, desviviéndose por todos. Para eso murió y resucitó, para mostrarnos el camino, la verdad y la vida, por eso es el Viviente. Ya sabemos entonces, que seguirle es estar cercanos a los pequeños, dar vida a los que viven en zonas de muerte, buscar la armonía en la comunidad y sobre todo saber, que ésto no es consecuencia de nuestro esfuerzos personales para imitarle, sino de nuestros esfuerzos, por hacer felices a los demás.
“Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”. Ese puede ser el problema, estar acostumbrados, nos darnos cuenta que sólo conocemos al Padre, a través de Jesús, él es nuestra mediación absoluta. En el camino que recorrió desde la encarnación (Navidad), a la resurrección (Pascua), se nos ha hecho presente el Padre. En Jesús lo tenemos todo, es la búsqueda más plena de nuestro corazón y el que cumple nuestro caminar hacia la casa del Padre-Dios. Como nos dice San Pedro en la segunda lectura, él es: “la piedra angular, escogida y preciosa”.
“Creedme: ya estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores”. Su presencia entre nosotros, lejos de ser un motivo para desentendernos de los problemas que nos aquejan, es un aliciente, para que asumamos nuestro lugar aquí y ahora, pues somos el Pueblo de Dios, y todos estamos llamados a ejercer el servicio fraterno (hacer las obras que yo hago). Dios nos ha elegido como piedras vivas, para la construcción de su comunidad y del mundo. Tenemos un lugar en la casa del Padre y en la comunidad cristiana, está preparado y nos espera.
“Somos una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que nos llamó a salir de las tinieblas y a entrar en su luz maravillosa”. Que estas palabras de San Pedro, nos hagan seguir el camino, buscar la verdad y crear vida a nuestro alrededor, sabemos hacia donde debemos caminar, a donde queremos llegar, a la Pascua, a la felicidad de la que Dios disfruta viéndonos a nosotros y a todos felices.

ciudad redonda