Misal del dia de hoy Miercoles 26 de Octubre 2016 y Comentario al Evangelio

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XXX DEL T. ORDINARIO 26 DE OCTUBRE (VERDE)


Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes.


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ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 121, 6. 8

Digan de todo corazón: Jerusalén, que haya paz entre aquellos que te aman. Por mis hermanos y compañeros voy a decir: la paz contigo.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que, por gracia del Espíritu Santo, infundiste en los corazones de tus fieles los dones de tu amor, concede a tus siervos, por quienes imploramos tu clemencia, la salud de cuerpo y alma, para que te amen con todas sus fuerzas y cumplan con amor lo que es de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Obedezcan como quien sirve al Señor y no a los hombres.

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De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 6, 1-9

Hijos, obedezcan a sus padres por amor al Señor, porque eso es justo. Honrarás a tu padre y a tu madre es un mandamiento muy importante, que lleva consigo esta promesa: Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra.

Padres, no exasperen a sus hijos; más bien fórmenlos y corríjanlos, para educarlos bien, como el Señor quiere. Esclavos, obedezcan a sus amos de este mundo con docilidad, respeto y sencillez de corazón, como a Cristo; no sólo cuando los están mirando, ni sólo para quedar bien con ellos, sino como esclavos de Cristo, que cumplen de corazón la voluntad de Dios. Sírvanles, pues, de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, recordando que cada uno, sea esclavo o libre, será recompensado por el Señor, según el bien que haya hecho.

Y ustedes, amos, correspondan a sus esclavos en una forma semejante. Absténganse, pues, de toda clase de amenazas, recordando que tanto ellos como ustedes tienen el mismo amo, que está en los cielos y en el cual no hay favoritismos por una persona o por otra.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 144

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R/. El Señor es fiel a sus palabras.

Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.

Que muestren a los hijos de los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones. R/.

El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas sus acciones. Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia. R/.

ACLAMACIÓN  Cfr. 2 Ts 2, 14

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R/. Aleluya, aleluya.

Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.

Vendrán del oriente y del poniente y participarán en el banquete del Reino de Dios.

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Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?"

Jesús le respondió: "Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’. Pero él les responderá: ‘No sé quiénes son ustedes’. Entonces le dirán con insistencia: `Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Apiádate, Señor, de tus siervos, por quienes ofrecemos este sacrificio de alabanza a tu majestad, para que, por efecto de estos santos misterios, obtengan la gracia de tu bendición celestial y alcancen la gloria de a felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 12, 50

Todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Al recibir este divino sacramento, te rogamos, Señor, que a tus siervos, a quienes les concediste que nos amen, les des el perdón de sus pecados, tu consuelo en la vida y tu constante protección, para que, sirviéndote todos con un mismo corazón, podamos gozar juntos de la visión de tu rostro. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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La realidad familiar ha sido dentro del proyecto del Reino, un elemento fundamental. Desde el AT, ya encontramos un mandamiento enfatizando el valor de los padres, y San Pablo complemente con una línea a la inversa, el valor y  respeto que los padres deben tener por los hijos. Hoy la familia atraviesa serias dificultades en todo sentido. El modelo de sociedad va minado lo más esencial, lo más fundamental: las relaciones fraternas en toda dirección. San Pablo,  lo que hace es darle mayor énfasis al cuarto mandamiento, especialmente al hacer referencia a la familia en su totalidad. San Pablo hace referencia  al  respeto y valoración tanto entre padres e hijos y especialmente en la línea pedagógica, cuando invita a que la educación ha de ser al estilo de Jesús, sin exasperar a nadie. El tema de los esclavos, no es que San Pablo esté aprobando esta realidad como esclavitud, sino que ellos forman parte de la familia y la exhortación que hace va en la línea de evitar el servilismo y las amenazas, de modo que las relaciones laborales estén en la línea de los iguales delante del Señor.
No ha de sorprendernos San Lucas, cuando plantea un tema bien interesante: ¿Quién puede entrar? Y lo que es más sorprendente ¡No los conozco!
Nos puede surgir la pregunta: ¿Puede Dios desconocer a sus criaturas? Pues, parece que sí, porque salvarse y participar de su banquete es cuestión de la persona, y lo que hace Dios es simplemente ratificar la decisión personal. Él ha sido muy claro, cuando nos dice que no basta con decir Señor, Señor, que no es suficiente una confesión, tampoco una oración, sin que  la persona con todo lo que le implica, tenga la dignidad de verdadero Hijo. Por eso cuando dice:: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados.", es porque la misma persona no quiso aceptar la propuesta de salvación en plena libertad. Se puede creer que teniendo los sacramentos en regla, las oraciones al día y algunas obras de misericordia cumplidas, tenemos derecho automático a la salvación.
Nos podemos preguntar, si estoy entre los primeros y con derecho a la salvación o entre los últimos, como los siervos inútiles que solo hemos hecho lo que teníamos que hacer. Y también nos debe quedar bien claro que Dios no salva sin la participación plena y libre de la persona.
Sigamos trabajando en el Reino y sin desmayar, porque la salvación está cerca, es de cada día y de esto depende al final entramos o no .