LECTURAS DEL JUEVES XXX DEL T. ORDINARIO 27 DE OCTUBRE (VERDE)
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, pero tú no has querido!
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 80, 17
Alimentó a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sació con miel sacada de la roca.
ORACIÓN COLECTA
Señor
nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento nos dejaste el
memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados
misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente
en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre
en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los
siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Revístanse con la armadura de Dios para que puedan quedar definitivamente victoriosos.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 6, 10-20
Hermanos:
Busquen su fortaleza en el Señor y en su invencible poder. Utilicen las
armas que Dios les ha dado, para poder resistir a las asechanzas del
diablo. Porque no estamos luchando contra fuerzas humanas, sino contra
las fuerzas espirituales y sobrehumanas del mal, que dominan y gobiernan
este mundo de tinieblas.
Por
eso, para que puedan resistir en los momentos difíciles y quedar
definitivamente victoriosos, revístanse con la armadura de Dios: que su
cinturón sea siempre la verdad; su coraza, la justicia; su calzado, la
prontitud para anunciar el Evangelio de la paz; que la fe les sirva
siempre de escudo para protegerlos y apagar las flechas incendiarias del
enemigo malo; pónganse el casco de la salvación y empuñen la espada del
espíritu, que es la palabra de Dios.
Y,
con la ayuda del Espíritu Santo, oren y supliquen continuamente. Velen
en oración constantemente por todo el pueblo cristiano y también por mí,
a fin de que Dios me conceda hablar con toda libertad para anunciar el
misterio de Cristo, contenido en el Evangelio, del cual soy embajador,
aunque estoy encadenado. Pidan, pues, que tenga valor para predicarlo
como debo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 143
R/. Bendito sea el Señor, mi fortaleza.
Bendito sea el Señor, mi roca firme; él adiestró mis manos y mis dedos para luchar en lides. R/.
Él es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde. R/.
Al
compás de mi cítara, nuevos cantos, Señor, he de decirte, pues tú das a
los reyes la victoria y salvas a David, tu siervo humilde. R/.
ACLAMACIÓN Lc 19, 38; 2, 14
R/. Aleluya, aleluya.
¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas! R/.
No conviene que un profeta muera fuera de Jerusalén.
Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 31-35
En
aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le dijeron: "Vete de
aquí, porque Herodes quiere matarte". Él les contestó: "Vayan a decirle
a ese zorro que seguiré expulsando demonios y haciendo curaciones hoy y
mañana, y que al tercer día terminaré mi obra. Sin embargo, hoy, mañana
y pasado mañana tengo que seguir mi camino, porque no conviene que un
profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén,
Jerusalén, que matas y apedreas a los profetas que Dios te envía!
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a
sus pollitos bajo las alas, pero tú no has querido!
Así
pues, la casa de ustedes quedará abandonada. Yo les digo que no me
volverán a ver hasta el día en que digan: ¡Bendito el que viene en el
nombre del Señor!’ ".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor,
concede bondadoso, a tu Iglesia, los dones de la unidad y de la paz,
significados místicamente en las ofrendas que te presentamos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 56
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos,
Señor Jesucristo, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que
ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.
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La comunidad lucana, refleja en el texto que hemos leído, el conflicto que Jesús y todos los que seguimos su proyecto tendremos cada día. Y el conflicto es con la amenaza de muerte que viene de la oposición, de quien se siente confrontado y señalado, juzgado y condenado por todo su comportamiento contrario al propuesto por Dios, hecho vida en Jesús y ratificado por su Espíritu. Este personaje histórico, Herodes, contemporáneo de Jesús y todo su entorno religioso, político y económico tiene claro que la salida es matar, eliminar a quien está actuando en forma contraria a sus intereses.
Pero lo más significativo que refleja el pasaje es la dureza con que Jesús responde a la amenaza de muerte, y sabemos que es una respuesta de no retroceso, de no miedo a la muerte, de no suspensión de la misión, porque ésta terminará cuando todo el universo pueda proclamar: “Bendito el que viene en nombre del Señor!. Y esta proclama no será solo dentro del pueblo elegido, sino más allá de estas fronteras religiosas, cultuales, ideológicas.
San Lucas es el evangelista de la ternura, de las entrañas sensibles ante la realidad de un pueblo que no comprende la propuesta de salvación, de libertad, de justicia. En el pasaje en referencia Jesús aparece con toda la sensibilidad que un líder puede tener, cuando no hay respuesta positiva, sino negativa. La expresión: ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Es el mismo sentimiento de millares de mujeres y hombres que en el mundo intentan salvar la familia, proteger la comunidad y hacer más justo el mundo en el que todos queremos vivir. Son los gritos de muchos y muchas que le hemos entregado todo al proyecto de Jesús, especialmente la VIDA TOTAL, sin reservas. Vale la pena seguir gritando como Jesús, que no tenemos miedo a quienes nos amenazan. No saben lo que hacen, ni lo que pierden. Oremos por todos los condenados a desaparecer por la causa de Jesú.