Misal del dia de hoy Jueves 15 de Septiembre 2016 y Coemntario al Evangelio

LECTURAS DEL JUEVES XXIV DEL T. ORDINARIO 15 DE SEPTIEMBRE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES (BLANCO)


Y a ti, una espada te atravesará el alma.


clip_image001




ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 2, 34-35

El anciano Simeón dijo a María: Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción; y a ti, una espada te atravesará el alma.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que quisiste que junto a tu Hijo en la cruz estuviera de pie su Madre, compartiendo su dolor, concede a tu Iglesia que, asociada con ella a la pasión de Cristo, merezca participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Esto es lo que predicamos y lo que ustedes han creído.

clip_image002
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 1-11

Hermanos: Les recuerdo el Evangelio que yo les prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual están firmes. Este Evangelio los salvará, si lo cumplen tal y como yo lo prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.

Les transmití, ante todo, lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según estaba escrito; que se le apareció a Pedro y luego a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos reunidos, la mayoría de los cuales vive aún y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y luego a todos los apóstoles.

Finalmente, se me apareció también a mí, que soy como un aborto. Porque yo perseguí a la Iglesia de Dios y por eso soy el último de los apóstoles e indigno de llamarme apóstol. Sin embargo, por la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mí; al contrario, he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios, que está conmigo. De cualquier manera, sea yo, sean ellos, esto es lo que nosotros predicamos y esto mismo lo que ustedes han creído.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 117

clip_image003
R/. Te damos gracias, Señor, porque eres bueno.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel: "Su misericordia es eterna". R/.

Escuchemos el canto de victoria que sale de la casa de los justos: "La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo". R/.

No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho. Tú eres mi Dios, y te doy gracias. Tú eres mi Dios, y yo te alabo. R/.

SECUENCIA

Esta secuencia es opcional tanto en su forma larga como en su forma breve, desde * ¡Oh dulce fuente de amor!

La Madre 
piadosa estaba
¡Oh cuán triste 
y afligida
junto a la cruz, 
y lloraba
estaba 
la Madre herida,
mientras el 
Hijo pendía;
de 
tantos 
tormentos llena,
cuya alma 
triste y llorosa,
cuando 
triste contemplaba
traspasada 
y dolorosa,
y dolorosa miraba
fiero 
cuchillo tenía.
del Hijo amado la pena!
   
¿Y cuál hombre 
no llorara
Hazme 
contigo llorar
si a la 
Madre contemplara
y de 
veras lastimar
de Cristo 
en tanto dolor?
de sus 
penas 
mientras vivo;
¿Y quién no 
se entristeciera,
porque acompañar deseo
Madre piadosa, 
si os viera
en la cruz, donde lo veo,
sujeta a 
tanto rigor?
tu corazón compasivo.
 

Por los 
pecados 
del mundo,
¡Virgen 
de 
vírgenes santas!,
vio a Jesús 
en tan profundo
llore ya con ansias tantas
tormento 
la dulce Madre.
que el llanto dulce me sea;
Vio morir 
al Hijo amado
porque su pasión y muerte
que 
rindió desamparado
tenga en mi alma de suerte
el espíritu 
a su Padre.
que siempre sus penas vea.
   
*¡Oh dulce 
fuente de 
amor!,
Haz que su cruz me enamore
hazme 
sentir tu dolor
y que en ella viva y more
para que 
llore contigo.
de mi fe y amor indicio;
y que, 
por mi Cristo 
amado,
porque me inflame y encienda
mi 
corazón 
abrasado
y contigo me defienda
más viva en Él 
que conmigo.
en el día del juicio.
   
Y, porque a 
amarlo 
me anime
Haz que me ampare la muerte
en mi 
corazón imprime
de Cristo, cuando en tan fuerte
las llagas 
que tuvo 
en sí.
trance, vida y alma estén;
Y de 
tu Hijo, Señora,
porque, cuando quede en calma
divide 
conmigo ahora
el cuerpo, vaya mi alma
las que 
padeció por mí.
a su eterna gloria. Amén.


ACLAMACIÓN  Mt 11, 28

clip_image004




R/. Aleluya, aleluya.

Dichosa la Virgen María, que sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor. R/.

Ya ti, una espada te atravesará el alma.

clip_image005
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 33-35

En aquel tiempo, el padre y la madre del niño estaban admirados de las palabras que les decía Simeón. Él los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".

Palabra del Señor.

Gloria a ti Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Dios misericordioso, las súplicas y ofrendas que te presentamos para alabanza de tu nombre, al venerar a la santísima Virgen María, a quien, bondadoso, nos entregaste como piadosísima Madre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de santa María Virgen

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 P 4, 13

Alégrense de compartir ahora los padecimientos de Cristo, para que cuando se manifieste su gloria, el júbilo de ustedes sea desbordante.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con el sacramento de la redención eterna, te pedimos, Señor, que, al conmemorar el dolor de la santísima Virgen María, completemos, a favor de la Iglesia, lo que falta en nosotros a los padecimientos de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


https://www.facebook.com/snfranciscoxavier.comunidadcatolica 


Queridos Hermanos
Al día siguiente de celebrar la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, hoy en toda la Iglesia hacemos memoria de Nuestra Señora de los Dolores, o la Virgen de las Angustias.
Es María, la mujer que estando de pie junto a la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora.
Contemplando hoy a María, podemos descubrir lo que significan estos 3 verbos: permanecer, acoger y esperar.
María es la mujer que permanece. Al contrario que la mayoría de los discípulos, que huyen y abandonan. Quizá por el miedo, quizá pensando que todo había terminado… Sin embargo, ella permanece. “Permaneced en mi amor”, había dicho Jesús. Solo permaneciendo junto a Jesús, también al pie de la cruz, somos capaces de dar fruto.
María es la mujer que acoge. Acoge el cuerpo muerto de su Hijo, igual que en su momento acogió su vida incipiente. Acoge la luz que fue recibiendo de su Palabra, igual que ahora acoge la oscuridad de ese momento doloroso. Acoger… lo que viene y como viene… confiando que Dios sabrá hacer algo con todo ello. Y acoger también al discípulo en su casa, en esa Iglesia en semilla que estaba a punto de nacer.
Y María es la mujer que espera. Frente a toda desesperanza. Porque no siempre los tiempos de Dios coinciden con nuestros tiempos.
Por todo ello, celebramos hoy a Nuestra Señora de los Dolores. Es María, la nueva Eva, que por su obediencia contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que por su desobediencia trajo la muerte.
Gracias, Señor, por regalarnos a María. Junto a ella y con ella, esperamos al pie de la cruz. Confiando que amanezca pronto la luz de tu Pascua. Amén.