LECTURAS DEL MIÉRCOLES IV DE PASCUA 20 DE ABRIL (BLANCO)
Yo he venido al mundo como luz, para que todo el que crea en mí no siga en tinieblas.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 17, 50; 21, 23
Te alabaré, Señor, ante las naciones y anunciaré tu nombre a mis hermanos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios
nuestro, vida de los creyentes, gloria de los humildes, felicidad de
los justos, escucha, benigno, nuestras súplicas, para que quienes tienen
sed de las promesas de tu generosidad, se vean siempre colmados de la
plenitud de tus bienes. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Resérvenme a Saulo y a Bernabé.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 12, 24-13, 5a
En
aquel tiempo, la palabra del Señor cundía y se propagaba. Cumplida su
misión en Jerusalén, Saulo y Bernabé regresaron a Antioquía, llevando
consigo a Juan Marcos.
Había
en la comunidad cristiana de Antioquía algunos profetas y maestros,
como Bernabé, Simón (apodado el "Negro"), Lucio el de Cirene, Manahén
(que se crió junto con el tetrarca Herodes) y Saulo. Un día estaban
ellos ayunando y dando culto al Señor, y el Espíritu Santo les dijo:
"Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la misión que les tengo destinada".
Todos volvieron a ayunar y a orar; después les impusieron las manos y
los despidieron.
Así,
enviados por el Espíritu Santo, Saulo y Bernabé fueron a Seleucia y
zarparon para Chipre. Al llegar a Salamina, anunciaron la palabra de
Dios en las sinagogas de los judíos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 66
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos. Aleluya.
Ten
piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros.
Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las
naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con
equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que
te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN Jn 8, 12
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
Yo he venido al mundo como luz.
Del santo Evangelio según san Juan: 12, 44-50
En
aquel tiempo, exclamó Jesús con fuerte voz: "El que cree en mí, no cree
en mí, sino en aquel que me ha enviado; el que me ve a mí, ve a aquel
que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, para que todo el que
crea en mí no siga en tinieblas.
Si
alguno oye mis palabras y no las pone en práctica, yo no lo voy a
condenar; porque no he venido al mundo para condenar al mundo, sino para
salvarlo.
El
que me rechaza y no acepta mis palabras, tiene ya quien lo condene: las
palabras que yo he hablado lo condenarán en el último día. Porque yo no
he hablado por mi cuenta, sino que mi Padre, que me envió, me ha
mandado lo que tengo que decir y hablar. Y yo sé que su mandamiento es
vida eterna. Así, pues, lo que hablo, lo digo como el Padre me lo ha
dicho".
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios
nuestro, que por el santo valor de este sacrificio, nos hiciste
participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como
hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Jn 1, 7
Yo los elegí del mundo, dice el Señor, y los destiné para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
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Comentario al Evangelio de hoy
Queridos amigos, paz y bien.
¡Es increíble cómo la Buena Noticia, expandida gracias a doce Apóstoles, llegó a todo el mundo! Y todo comenzó con Pentecostés, cuando el Espíritu Santo bajó sobre todos los reunidos en el Cenáculo y les llenó con su gracia para anunciar la Palabra de Dios en muchas lenguas. Ese día, tres mil personas escucharon el testimonio y creyeron.
Muy pronto, después de esto Pedro y Juan curaron a un cojo de nacimiento. Este milagro provocó nuevas conversiones – otros dos mil – entre los judíos. Los Apóstoles empezaron a predicar en el templo, a hacer milagros y todavía más gente les siguió. Después de la muerte de Esteban comenzaron las persecuciones, y los cristianos se extendieron por Judea y Samaría, predicando el Evangelio. Y, por fin, gracias a los esfuerzos misioneros de Pablo y Bernabé, la Palabra de Dios llegó a Éfeso, Corinto, Roma o incluso España.
Después de dos mil años, la Buena Nueva sigue extendiéndose por todo el mundo. Por todos los continentes, en todas las latitudes, los cristianos siguen testimoniando de qué manera el amor de Dios cambia sus vidas.
Hoy el Espíritu Santo arde en ti y te empuja a extender el mensaje del amor de Dios por todo el mundo. La Palabra de Dios no retorna nunca a Él vacía, sino que cumple la función para la que fue enviada. Puedes estar seguro de que cada posibilidad que tú uses de anunciar el Evangelio será bendecida. Quizá veas alguna conversión, quizá seas fuente de bendición en la familia, o entre los amigos, o en el trabajo. No importa lo grande o pequeño que sea el fruto de tu esfuerzo. Recuerda que Dios ve todo lo que haces por amor y te recompensará.
¡Señor, te doy gracias porque tu Palabra no regresa a Ti vacía! Dame el valor para hablar de tu amor a todos los que encuentro en mi camino. Enséñame a repartir esperanza a todos los que necesitan la luz de Cristo.
Vuestro hermano en la fe, Alejandro, CMF
¡Es increíble cómo la Buena Noticia, expandida gracias a doce Apóstoles, llegó a todo el mundo! Y todo comenzó con Pentecostés, cuando el Espíritu Santo bajó sobre todos los reunidos en el Cenáculo y les llenó con su gracia para anunciar la Palabra de Dios en muchas lenguas. Ese día, tres mil personas escucharon el testimonio y creyeron.
Muy pronto, después de esto Pedro y Juan curaron a un cojo de nacimiento. Este milagro provocó nuevas conversiones – otros dos mil – entre los judíos. Los Apóstoles empezaron a predicar en el templo, a hacer milagros y todavía más gente les siguió. Después de la muerte de Esteban comenzaron las persecuciones, y los cristianos se extendieron por Judea y Samaría, predicando el Evangelio. Y, por fin, gracias a los esfuerzos misioneros de Pablo y Bernabé, la Palabra de Dios llegó a Éfeso, Corinto, Roma o incluso España.
Después de dos mil años, la Buena Nueva sigue extendiéndose por todo el mundo. Por todos los continentes, en todas las latitudes, los cristianos siguen testimoniando de qué manera el amor de Dios cambia sus vidas.
Hoy el Espíritu Santo arde en ti y te empuja a extender el mensaje del amor de Dios por todo el mundo. La Palabra de Dios no retorna nunca a Él vacía, sino que cumple la función para la que fue enviada. Puedes estar seguro de que cada posibilidad que tú uses de anunciar el Evangelio será bendecida. Quizá veas alguna conversión, quizá seas fuente de bendición en la familia, o entre los amigos, o en el trabajo. No importa lo grande o pequeño que sea el fruto de tu esfuerzo. Recuerda que Dios ve todo lo que haces por amor y te recompensará.
¡Señor, te doy gracias porque tu Palabra no regresa a Ti vacía! Dame el valor para hablar de tu amor a todos los que encuentro en mi camino. Enséñame a repartir esperanza a todos los que necesitan la luz de Cristo.
Vuestro hermano en la fe, Alejandro, CMF