Misal del dia de hoy Jueves 07 de Enero 2016

LECTURAS DEL JUEVES DE FERIA DE NAVIDAD 7 DE ENERO (BLANCO)


El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva.


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ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jn 1, 1

En el principio y antes de todos los siglos Dios era la Palabra, y la Palabra se dignó nacer como Salvador del mundo.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho brillar la luz eterna de tu divinidad ante todas las naciones, haz que tu pueblo conozca en plenitud la gloria de Cristo, su Redentor, para que así, alcance la claridad que no tiene ocaso. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

El que ama a Dios, que ame también a su hermano.

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De la primera carta del apóstol san Juan: 4, 19-5, 4

Queridos hijos: Amamos a Dios, porque Él nos amó primero. Si alguno dice: "Amo a Dios" y aborrece a su hermano, es un mentiroso, pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Además, Jesús nos ha dado este mandamiento: El que ama a Dios, que ame también a su hermano.

Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Todo el que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 71

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R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.

Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R/.

De la opresión rescatará a los pobres, pues estima su vida muy valiosa. Por eso rogarán por El sin tregua y lo bendecirán a todas horas. R/.

Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre. Que Él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso las naciones. R/.

ACLAMACIÓN  Lc 4, 18

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R/. Aleluya, aleluya.

El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.

Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura.

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Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 14-22

En aquel tiempo, con la fuerza del Espíritu, Jesús volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región.

Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.

Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en Él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír".

Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realizas tan glorioso intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de la Epifanía.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 3, 16

Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en El no pereza, sino que tenga vida eterna.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Dios todopoderoso, que la eficacia de estos sagrados misterios constantemente fortalezca nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Comentario al Evangelio de hoy

Fernando Torres Pérez cmf
 
      Los Evangelios de estos días van a ser como un pequeño condensado o resumen de todo el Evangelio. Este niño que acaba de nacer tiene prisa por dejarnos claro que tiene algo importante que decirnos. La buena nueva del Evangelio está ahí y es la mejor noticia que podemos escuchar en este comienzo de año.
      Su mensaje es en realidad muy sencillo. Tiene una invitación a cambiar de vida. No otra cosa significa “convertirse.” Podemos darle muchas vueltas a esa palabra pero en el fondo todos sabemos a qué se refiere. Todos somos conscientes de las asignaturas pendientes que hemos ido dejando a lo largo de nuestra vida. Envidias, egoísmos, violencias... tantas cosas que creemos que hemos dejado atrás pero que en el fondo se nos han quedado pegadas a la piel como cicatrices horribles. Convertirse significa lavarnos, limpiarnos, purificarnos y empezar como nuevos. Convertirse significa pedir perdón al que ofendimos, reconstruir las relaciones rotas con el hermano, renunciar a la violencia y construir la paz. Cada uno tiene que mirar en su propia y personal historia y, si somos honestos, no tendremos mucha dificultad para descubrir eso en lo que tenemos que convertirnos. 
      Esa conversión que tanto nos hace falta a veces no podemos conseguirla con nuestras solas fuerzas. Y ahí viene Jesús en nuestra ayuda. En el Evangelio se dice de él que iba por los caminos de Galilea enseñando, proclamando el Reino y curando las enfermedades y dolencias del pueblo. En el fondo, Jesús es un sanador, uno que cura nuestras heridas y nuestras dolencias. Uno que va sanando las cicatrices y dolores que arrastramos de años de mala vida. 
      Ahí está el centro del Evangelio: Jesús nos invita a convertirnos a la fraternidad, al reino. Jesús nos llama a darnos cuenta de que somos hermanos, hijos e hijas del mismo Padre. Y nos dice que ni la violencia ni el odio ni la envidia ni... tienen sentido en el reino de su Padre. Y él mismo se nos ofrece para curarnos nuestras heridas. Todo eso que nos impide levantarnos y comenzar a trabajar por el reino. Porque él es gracia y amor y perdón y esperanza.