Misal de hoy Sabado 23 de Enero 2016

LECTURAS DEL SÁBADO II DEL T. ORDINARIO 23 DE ENERO MISA POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS "B" (VERDE)


Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer.


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ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47

Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y reúnenos de entre las naciones, para que podamos celebrar tu santo nombre y cantar tu alabanza.

ORACIÓN COLECTA

Atiende complacido, Señor, las plegarias de tu pueblo y concede que los corazones de los fieles se unan en tu alabanza y en común arrepentimiento, hasta que, superada toda división entre los cristianos, en perfecta comunión con la Iglesia avancemos gozosos hacia tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

¿Por qué cayeron los valientes en medio de la batalla?

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Del segundo libro de Samuel: 1, 1-4. 11-12. 17. 19. 23-27

En aquellos días, después de derrotar a los amalecitas, David se fue a Siquelag y ahí permaneció dos días. Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl, con los vestidos rotos y la cabeza cubierta de polvo. Llegó a donde estaba David y se postró en señal de reverencia. David le preguntó: "¿De dónde vienes?" Él respondió: "Vengo huyendo del campamento de Israel". David le preguntó: "¿Qué ha pasado? Cuéntamelo". Él respondió: "El pueblo fue derrotado en la batalla y huyó.

Muchos cayeron y entre los muertos se encuentran Saúl y Jonatán". Entonces David rasgó sus vestiduras, y lo mismo hicieron los que estaban con él. Prorrumpieron en lamentaciones y llanto, y ayunaron hasta la noche por Saúl y Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, pues habían muerto a espada.

Entonces David entonó una elegía por Saúl y su hijo Jonatán: "Tus héroes, Israel, han sido inmolados en tus montañas. ¿Por qué cayeron los valientes? Saúl y Jonatán, queridos y admirados, inseparables en la vida y unidos en la muerte, más veloces que las águilas y más fuertes que los leones.

Hijas de Israel, lloren por Saúl, que las vestía de púrpura y de lino y las cubría de joyas y de oro.

¿Por qué cayeron los valientes en medio de la batalla? Jonatán yace muerto en tus montañas. Por ti, Jonatán, hermano mío, estoy lleno de pesar. Te quise con toda el alma y tu amistad fue para mí más estimable que el amor de las mujeres. ¿Por qué cayeron los valientes y pereció la flor de los guerreros?"

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 79

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R/. Señor, vuelve tus ojos a nosotros.

Escúchanos, pastor de Israel, que guías a José como un rebaño; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate; ante la ruina de Efraín, Benjamín y Manasés, despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.

Señor, Dios de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás airado y sordo a las plegarias de tu pueblo? Nos has dado llanto por comida y por bebida, lágrimas en abundancia. Somos la burla de nuestros vecinos, el hazmerreír de cuantos nos rodean. R/.

ACLAMACIÓN  Cfr. Hch 16, 14

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R/. Aleluya, aleluya.

Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. R/.

Sus parientes decían que se había vuelto loco.

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Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-21

En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio

La unidad de la Iglesia, cuerpo de Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Por Él nos has conducido al conocimiento de tu verdad, para que fuéramos hechos miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo bautismo; por Él has enviado sobre todos los pueblos a tu Espíritu Santo, quien en la diversidad de sus dones, es admirable constructor de la Iglesia y autor de la unidad, habita en tus hijos de adopción y colma y gobierna a toda la Iglesias. Por eso, unidos al coro de los ángeles, te alabamos con alegría, diciendo: Santo, Santo, Santo…

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 3, 14-15

Sobre todas las virtudes pongan el amor, que es el vínculo de la perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo a la que han sido llamados en un solo cuerpo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Infúndenos, Señor, tu espíritu de caridad, para que, por la eficacia de este sacrificio, hagas que, cuantos creen en ti, vivan concordes en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Comentario al Evangelio de hoy

Conrado Bueno, cmf
Queridos hermanos:
Páginas duras de Marcos, las llaman algunos. Efectivamente, al leerlas, se levanta una gran extrañeza. ¿Cómo es posible? ¿Hasta los suyos le tratan de esta manera? De entrada, detengámonos en una interpretación benigna.  Consistiría en pensar que sus parientes vienen a llevárselo, porque habían oído voces que afirmaban que Jesús no estaba en sus cabales.
Lo hemos visto a lo largo de la semana. El evangelista  describe bien las diversas posturas de la gente ante las palabras y obras de Jesús. Las gentes, agradecidas y por un interés comprensible, le apretujan. Los apóstoles, a pesar de sus flaquezas, le siguen como a su Maestro. Los jefes religiosos recurren a Beelzebub, y tratan de quitárselo de en medio. Y, hoy, su misma familia parece que nos dice que está loco. La palabra de Jesús era signo de contradicción, chocaba con una religión formalista, que, a veces, oprimía a los hombres, creyendo, así,  dar culto a Dios.
¿Y nosotros? ¿Los que, de alguna manera, podernos llamarnos “los suyos?  Podríamos hacernos una batería de preguntas: ¿Cómo seguimos a Jesús? ¿Nos quedamos, acaso, en la cáscara, como los que le ven en Gospel o en Jesucristo Superestar? ¿O, más bien, seguirle nos mueve a conversión, nos causa alegría, signo de que estamos con él? ¿Puede darse, todavía, esa especie rara de católicos observantes que se cierran sobre sí mismos, en sus ritos y plegarias, y alejan a los que van buscando a Cristo? Solo aceptando a Jesús con corazón sencillo, lograremos abrirnos a su mensaje, sin buscar interpretaciones mezquinas.
Una pregunta, saliéndonos un poco del camino. ¿Entre esa familia que va a recogerlo, estaría la Virgen María, su Madre? Seguro que no. Pero no estaría  ajena a las habladurías y al gesto de sus parientes. Era la noche de la fe. María ya sabía que la verdadera familia de Jesús era la que escuchaba y cumplía su palabra. Nada quitaba a su maternidad; más bien la definía: madre en su corazón, madre en su seno. Por este orden.