LECTURAS DEL MIÉRCOLES III DE ADVIENTO 16 DE DICIEMBRE (MORADO)
Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar a Jesús: "¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?"
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ha 2, 3; 1 Co 4, 5
Ven, Señor, y no tardes; ilumina lo que esconden las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos,
Dios todopoderoso, que la cercana solemnidad del nacimiento de tu Hijo,
nos obtenga un remedio en la vida presente y tu premio en la eternidad.
Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Dejen, cielos, caer su rocío.
Del libro del profeta Isaías 45, 6-8. 18. 21-25:
"Yo
soy el Señor y no hay otro. Yo soy el artífice de la luz y el creador
de las tinieblas, el autor de la felicidad y el hacedor de la desgracia;
yo, el Señor, hago todo esto. Dejen, cielos, caer su rocío y que las
nubes lluevan al justo; que la tierra se abra y haga germinar la
salvación y que brote juntamente la justicia. Yo, el Señor, he creado
todo esto".
Esto
dice el Señor, el que creó los cielos, el mismo Dios que plasmó y
consolidó la tierra; Él no la hizo para que quedara vacía, sino para que
fuera habitada: "Yo soy el Señor y no hay otro. ¿Quién fue el que
anunció esto desde antiguo? ¿Quién lo predijo entonces? ¿No fui yo, el
Señor? Fuera de mí no hay otro Dios. Soy un Dios justo y salvador y no
hay otro fuera de mí.
Vuélvanse
a mí y serán salvados, pueblos todos de la tierra, porque yo soy Dios y
no hay otro. Lo juro por mí mismo, de mi boca sale la verdad, las
palabras irrevocables: ante mí se doblará toda rodilla y por mí jurará
toda lengua, diciendo: ‘Sólo el Señor es justo y poderoso’. A Él se
volverán avergonzados todos los que lo combatían con rabia. Gracias al
Señor, triunfarán gloriosamente todos los descendientes de Israel".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 84
R/. ¡Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes lluevan al justo!
Escucharé
las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está ya
cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra. R/.
La
misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se
besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo.
R/.
Cuando
el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La
justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas.
ACLAMACIÓN Cfr. Is 40, 9. 10
R/. Aleluya, aleluya.
Levanta tu voz para anunciar la buena nueva: ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder. R/.
Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído.
Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 19-23
En
aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar a Jesús:
"¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?" Cuando
llegaron a donde estaba Jesús, le dijeron: "Juan el Bautista nos ha
mandado a preguntarte si eres tú el que ha de venir o tenemos que
esperar a otro".
En
aquel momento, Jesús curó a muchos de varias enfermedades y dolencias y
de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista. Después
contestó a los enviados: "Vayan a contarle a Juan lo que han visto y
oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los
sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el
Evangelio. Dichoso el que no se escandalice de mí".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que
este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca deje de
realizarse, para que cumpla el designio que encierra tan santo misterio y
obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Is 40, 10; Cfr. 35, 5
El Señor vendrá con gran poder e iluminará los ojos de sus siervos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Imploramos,
Señor, tu misericordia, para que estos divinos auxilios nos preparen,
purificados de nuestros pecados, para celebrar las fiestas venideras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
https://www.facebook.com/snfranciscoxavier.comunidadcatolica
Comentario al Evangelio de hoy
Luis Manuel Suarez, cmf
Ante la Palabra que hoy nos ofrece el Evangelio, me surge esta oración:
Ya no tenemos que esperar a quien nos diga la Verdad. Tú nos has mostrado quién es Dios, quiénes somos nosotros y a qué estamos llamados. Ya no tenemos que esperar a quien nos indique qué es la Bondad. Tú nos has servido para que nosotros hagamos lo mismo. Ya no tenemos que esperar a quien nos muestre la Belleza. Tú nos has enseñado la fascinación de una vida que se da. Ya no tenemos que esperar a quien nos diga dónde está la Felicidad. Tú has encarnado una vida lograda, centrada en su descentrarse. Ya no tenemos que esperar a quien nos diga en qué consiste ser. Porque quien te ha visto a Ti, ha visto al Padre, al prójimo, la clave de la existencia, la Vida, el futuro, la razón del consuelo y de la lucha contra el mal.
Ya no tenemos que esperar a otro, porque en Ti se cumple todo lo que podíamos esperar.
Solo tenemos que contemplar, ahondar en tu vida, dejarnos hacer… para, como aquellos discípulos de Juan, volver a anunciar lo que hemos visto y oído de Ti. Amén.