LECTURAS DEL VIERNES XXVIII DEL T. ORDINARIO 16 DE OCTUBRE (VERDE)
No teman a aquellos que matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada más.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Apoc 5, 9-10
Con
tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y lenguas, de
todos los pueblos y naciones, para constituir un reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor
Dios, que redimiste a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu
Unigénito, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que,
celebrando sin cesar el misterio de nuestra salvación, merezcamos
alcanzar sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Abraham le creyó a Dios y eso le valió la justificación.
Hermanos:
¿Qué diremos de Abraham, padre de nuestra raza? Si Abraham hubiera
obtenido la justificación por sus obras, tendría de qué estar orgulloso,
pero no delante de Dios. En efecto, ¿qué dice la Escritura? Abraham le
creyó a Dios y eso le valió la justificación.
Al
que, gracias a su trabajo, tiene obras, no se le da su paga como un
regalo, sino como algo que se le debe. En cambio al que no tiene obras,
pero cree en aquel que justifica al pecador, su fe le vale la
justificación.
En
este sentido, también David proclama dichoso al hombre a quien Dios
tiene por justo, independientemente de las obras: Dichosos aquellos
cuyas maldades han sido perdonadas y cuyos pecados han sido sepultados.
Dichoso el hombre a quien el Señor no le toma en cuenta su pecado.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 31
R/. Perdona, Señor, nuestros pecados.
Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso aquel en el que Dios no encuentra ni delito ni engaño. R/.
Ante el Señor reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te confesé, Señor, mi gran delito y tú me has perdonado. R/.
Alégrense con el Señor y regocíjense los justos todos, y todos los hombres de corazón sincero canten de gozo. R/.
ACLAMACIÓN Sal 32, 22
R/. Aleluya, aleluya.
Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor, puesto que en ti hemos confiado. R/.
Todos los cabellos de su cabeza están contados.
Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 1-7
En
aquel tiempo, la multitud rodeaba a Jesús en tan gran número que se
atropellaban unos a otros. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos:
"Cuídense
de la levadura de los fariseos, es decir de la hipocresía. Porque no
hay nada oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no
llegue a conocerse. Por eso, todo lo que ustedes hayan dicho en la
oscuridad, se dirá a plena luz, y lo que hayan dicho en voz baja y en
privado, se proclamará desde las azoteas. Yo les digo a ustedes, amigos
míos:
No
teman a aquellos que matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada
más. Les voy a decir a quién han de temer: Teman a aquel que, después de
darles muerte, los puede arrojar al lugar de castigo. Se lo repito: A
él sí tienen que temerlo.
¿No
se venden cinco pajarillos por dos monedas? Sin embargo, ni de uno solo
de ellos se olvida Dios; y por lo que a ustedes toca, todos los
cabellos de su cabeza están contados. No teman, pues, porque ustedes
valen mucho más que todos los pajarillos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al
traer ante tu soberana presencia, Señor, nuestros dones, haz que, por
medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, el mediador de la
nueva Alianza, y nos renovemos por la aspersión salvadora de su Sangre.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Cor 10, 16
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
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