LECTURAS DEL DOMINGO XXVIII DEL T. ORDINARIO 11 DE OCTUBRE (VERDE)
Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 129, 3-4
Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, Señor, ¿quién podría resistir? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón.
ORACIÓN COLECTA
Te
pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos disponga y nos
acompañe, de manera que estemos siempre dispuestos a obrar el bien. Por
nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
En comparación con la sabiduría, tuve en nada la riqueza.
Del libro de la Sabiduría: 7, 7-11
Supliqué
y se me concedió la prudencia; invoqué y vino sobre mí el espíritu de
sabiduría. La preferí a los cetros y a los tronos, y en comparación con
ella tuve en nada la riqueza. No se puede comparar con la piedra más
preciosa, porque todo el oro, junto a ella, es un poco de arena y la
plata es como lodo en su presencia.
La
tuve en más que la salud y la belleza; la preferí a la luz, porque su
resplandor nunca se apaga. Todos los bienes me vinieron con ella; sus
manos me trajeron riquezas incontables.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 89
R/. Sácianos, Señor, de tu misericordia.
Enséñanos
a ver lo que es la vida, y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a
tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo? R/.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Alégranos ahora por los días y los años de males y congojas. R/.
Haz,
Señor, que tus siervos y sus hijos puedan mirar tus obras y tu gloria.
Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras. R/.
La palabra de Dios descubre los pensamientos e intenciones del corazón.
De la carta a los hebreos: 4, 12-13
Hermanos:
La palabra de Dios es viva, eficaz y más penetrante que una espada de
dos filos. Llega hasta lo más íntimo del alma, hasta la médula de los
huesos y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. Toda
creatura es transparente para ella. Todo queda al desnudo y al
descubierto ante los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Mt 5, 3)
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R/.
Ve y vende lo que tienes y sígueme.
Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 17-30
En
aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un
hombre, se arrodilló ante Él y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo
hacer para alcanzar la vida eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me
llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos:
No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso
testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre".
Entonces
él le contestó: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven".
Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo
que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los
cielos. Después, ven y sígueme". Pero al oír estas palabras, el hombre
se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.
Jesús,
mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: "¡Qué difícil
les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!" Los discípulos
quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió:
"Hijitos, ¡qué dificil es para los que confían en las riquezas, entrar
en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de
una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios".
Ellos
se asombraron todavía más y comentaban entre sí: "Entonces, ¿quién
puede salvarse?" Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: "Es imposible
para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible".
Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte".
Jesús
le respondió: "Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o
hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el
Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas,
hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y
en el otro mundo, la vida eterna".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos
nuestras plegarias ante Dios nuestro Padre. Pidamos que renueve en toda
la Iglesia el espíritu de fe y esperanza, y llene el mundo entero con
su amor.
Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.
–
Para que la gracia del Espíritu Santo siga guiando a la Iglesia por el
camino de la renovación y de la fidelidad al Evangelio. Oremos.
–
Para que en este tiempo de crisis, los gobernantes de los pueblos y
quienes tienen el poder económico respondan a la llamada de Dios y hagan
que las riquezas de este mundo se distribuyan al servicio de todos.
Oremos.
–
Para que los países que viven la tragedia de la guerra o del hambre
puedan liberarse de estas situaciones tan injustas. Oremos.
–
Para que el alimento de la Palabra de Dios y del Cuerpo y la Sangre de
Cristo que recibimos en la celebración de este domingo, nos llenen de
alegría y de paz. Oremos.
Escúchanos,
Padre del amor, y condúcenos siempre con tu gracia, para que lleguemos a
vivir un día la vida eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe,
Señor, las súplicas de tus fieles junto con estas ofrendas que te
presentamos, para que, lo que celebramos con devoción, nos lleve a
alcanzar la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 11
Los ricos se empobrecen y pasan hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
https://www.facebook.com/snfranciscoxavier.comunidadcatolica