Evangelio y Comentario de hoy Jueves 12 de Diciembre 2013

Día litúrgico: Jueves II deAdviento
Texto del Evangelio (Mt 11,11-15): En aquel tiempo, dijo Jesús a las turbas: «En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Pues todos los profetas, lo mismo que la Ley, hasta Juan profetizaron. Y, si queréis admitirlo, él es Elías, el que iba a venir. El que tenga oídos, que oiga».
Comentario
El Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan
Hoy, el Evangelio nos habla de san Juan Bautista, el Precursor del Mesías, aquel que ha venido a preparar los caminos del Señor. También a nosotros nos acompañará desde hoy hasta el día dieciséis, día en el que acaba la primera parte del Adviento.

Juan es un hombre firme, que sabe lo que cuestan las cosas, es consciente de que hay que luchar para mejorar y para ser santo, y por eso Jesús exclama: «Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan» (Mt 11,12). Los “violentos” son los que se hacen violencia a sí mismos: —¿Me esfuerzo para creerme que el Señor me ama? ¿Me sacrifico para ser “pequeño”? ¿Me esfuerzo para ser consciente y vivir como un hijo del Padre?

Santa Teresita de Lisieux se refiere también a estas palabras de Jesús diciendo algo que nos puede ayudar en nuestra conversación personal e íntima con Jesús: «Eres tú, ¡oh Pobreza!, mi primer sacrificio, te acompañaré hasta que me muera. Sé que el atleta, una vez en el estadio, se desprende de todo para correr. ¡Saboread, mundanos, vuestra angustia y pena, y los frutos amargos de vuestra vanidad; yo, feliz, obtendré de la pobreza las palmas del triunfo». —Y yo, ¿por qué me quejo enseguida cuando noto que me falta alguna cosa que considero necesaria? ¡Ojalá que en todos los aspectos de mi vida lo viera todo tan claro como la Doctora!

De un modo enigmático Jesús nos dice también hoy: «Juan es Elías (...). El que tenga oídos que oiga» (Mt 11,14-15). ¿Qué quiere decir? Quiere aclararnos que Juan era verdaderamente su precursor, el que llevó a término la misma misión que Elías, conforme a la creencia que existía en aquel entonces de que el profeta Elías tenía que volver antes que el Mesías.

Oración Colecta  
Señor Dios nuestro:
Tú no abandonas a los que confían en ti.
Tómanos de la mano cuando tengamos miedo,
ayúdanos cuando te llamemos a voz en grito,
porque tenemos experiencia de que somos impotentes
para establecer en este mundo tu reino de justicia y amor.
Envíanos hoy de nuevo a tu Hijo
para que sea nuestro Señor y Salvador
ahora y por los siglos de los siglos.  
 

Hermanos: A nosotros también nos dice Dios hoy: “Yo, el Señor tu Dios, agarro con cariño tu mano derecha y te digo, ‘No temas, que te voy a ayudar’.”  --- Que ojalá seamos conscientes del cuidado cariñoso de Dios por todos sus hijos
Y que la bendición del mismo Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo nos acompañe siempre.
Feliz Jueves para todos !!!

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Reconocer la grandeza de los demás


Jueves de la segunda de Adviento
“Exclamó Jesús: “Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista, aunque el más pequeño en el Reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia contra el Reino de Dios y gente violenta quiere arrebatárselo”. (Mt 11,11-15)
Jesús no es de los que escatima elogios a los demás.
Jesús no es de los que trata de rebajar a los demás.
Al contrario, siente gozo reconociendo los méritos de los otros.
Disfruta viendo crecer la figura de los otros.
“No ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista”.

Sin embargo, también reconoce que con frecuencia:
Los más pequeños son más grandes que los grandes.
Los más pequeños son más que los más grandes.
Los más pequeños son más que los que nosotros consideramos grandes.
“El más pequeño en el Reino de los cielos es más grande que él”.

Todo depende del criterio cómo los vemos.
Juan es el más grande de todo el Antiguo Testamento.
Sin embargo, el más pequeño del Nuevo Testamento es más que él.
Es la diferencia entre ser el profeta de la Ley y el seguidor de Jesús.
Es la diferencia entre señalar a Jesús que llega y seguir al Jesús que está en camino.

Es la nobleza de corazón reconocer la grandeza de cada uno en su propio campo.
Es la nobleza de reconocer la grandeza de los pequeños.
Es la nobleza de reconocer la grandeza de las cosas sencillas.
Es la nobleza de reconocer la grandeza de ser cualquier cristiano.
Es la nobleza de reconocer la grandeza de cualquier bautizado.
Es la nobleza de reconocer la grandeza del que vive en gracia.

Pero Jesús conoce demasiado bien el corazón humano.
Mientras el Reino es promesa, todos lo esperan.
Mientras el Reino es simple anuncio, todos viven de la esperanza.
Mientras el Reino está llegando, todos tenemos prisa en verlo.
Pero luego cuando el Reino llega, le damos la espalda.
Cuando el Reino se hace realidad, todos nos ponemos en contra.
Cuando el Reino está entre nosotros, todos tratamos de eliminarlo.
“Hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios”.

¿No es esto lo que cada día sucede en nuestros corazones?
¡Cuántas ilusiones para casarse!
Y luego que nos casamos no nos aguantamos.
¡Cuántas ilusiones para tener un hijo!
Y luego que lo tenemos nos sentimos fastidiados con él.
¡Cuántas ilusiones en tener una casa nueva!
Y luego vivimos más en la calle que en ella.
¡Cuántas ilusiones en bautizar al hijo!
Y luego nos olvidamos de que tenemos un cristiano en casa.
¡Cuántas ilusiones en ordenarnos sacerdotes!
Y luego, posiblemente, nos lamentamos de nuestros compromisos.
¡Cuántas ilusiones en consagrarnos a Dios en la vida religiosa!
Y luego, posiblemente, cuántos fastidios cuando disponen de nosotros.
¡Cuántas ilusiones en anunciar el Evangelio y convertir al otro!
Y luego es posible que no sepamos qué hacer con él.

Señor:
Danos la capacidad de reconocer la grandeza de los demás.
Danos la capacidad de reconocer la grandeza de los más pequeños.
Danos la capacidad de reconocer la grandeza de los que saben mucho.
Danos la capacidad de reconocer la grandeza de corazón de los que saben poco.
Señor:
Que nuestras ilusiones no terminen en desilusiones.
Que nuestros ideales no terminen en fracasos.
Que nuestras esperanzas no terminen en desesperanzas.
Que nuestros compromisos no terminen en abandonos.

juanjauregui.