MISAL DEL DIA DE HOY 15 DE DIC 2016 Y COMENTARIO AL EVANGELIO

LECTURAS DEL JUEVES III DE ADVIENTO 15 DE DICIEMBRE (MORADO)


Yo les digo que no hay nadie más grande que Juan entre todos los que han nacido de una mujer.


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ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 118, 151-152

Tú estás cerca, Señor, y todos tus caminos son derechos. Desde el principio comprendí que tu alianza la estableciste para siempre.

ORACIÓN COLECTA

Te rogamos, Señor, que con la venida salvadora de tu Unigénito colmes de alegría a estos indignos siervos tuyos, que estamos afligidos a causa de nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Como a mujer abandonada y abatida, vuelve a llamarte tu Señor.

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Del libro del profeta Isaías: 54,1-10

"Alégrate, tú, la estéril, que no dabas a luz; rompe a cantar de júbilo, tú que no habías sentido los dolores de parto; porque la abandonada tendrá más hijos que la casada, dice el Señor.

Ensancha el espacio de tu tienda, despliega sin miedo las lonas, alarga las cuerdas, clava bien las estacas, porque te extenderás a derecha y a izquierda: tu estirpe heredará las naciones y poblará las ciudades desiertas.

No temas, porque ya no tendrás que avergonzarte; no te sonrojes, pues ya no te afrentarán; antes bien, olvidarás la vergüenza de tus años jóvenes y no volverás a recordar el deshonor de tu viudez. El que te creó, te tomará por esposa; su nombre es ‘Señor de los ejércitos’. Tu redentor es el Santo de Israel; será llamado ‘Dios de toda la tierra’.

Como a una mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor. ¿Acaso repudia uno a la esposa de la juventud?, dice tu Dios.

Por un instante te abandoné, pero con inmensa misericordia te volveré a tomar. En un arrebato de ira te oculté un instante mi rostro, pero con amor eterno me he apiadado de ti, dice el Señor, tu redentor.

Me pasa ahora como en los días de Noé: entonces juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra; ahora juro no enojarme ya contra ti ni volver a amenazarte. Podrán desaparecer los montes y hundirse las colinas, pero mi amor por ti no desaparecerá y mi alianza de paz quedará firme para siempre. Lo dice el Señor, el que se apiada de ti".

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 29

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R/. Te alabaré, Señor, eternamente.

Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.

Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo. R/.

Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R/.

ACLAMACIÓN  Lc 3, 4. 6

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R/. Aleluya, aleluya.

Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los hombres verán al Salvador. R/.


Juan es el mensajero que prepara el camino del Señor.

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Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 24-30

Cuando se fueron los mensajeros de Juan, Jesús comenzó a hablar de él a la gente, diciendo: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿O qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con telas preciosas? Los que visten fastuosamente y viven entre placeres, están en los palacios. Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, y yo les aseguro que es más que profeta. Es aquel de quien está escrito: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Yo les digo que no hay nadie más grande que Juan entre todos los que han nacido de una mujer. Y con todo, el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él".

Todo el pueblo que lo escuchó, incluso los publicanos, aceptaron el designio de justicia de Dios, haciéndose bautizar por el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los escribas no aceptaron ese bautismo y frustraron, en su propio daño, el plan de Dios.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra fe, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o III de Adviento.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Tit 2, 12-13

Vivamos ya desde ahora de una manera sobria, justa y fiel, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y Salvador.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro corazón en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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El evangelio de hoy es un elogio de Juan Bautista por parte de Jesús: “entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor que Juan”. Jesús alaba la vida pobre, sencilla y recta del Precursor; no es una caña sacudida por el viento, no se doblega ante los poderosos, es coherente con su responsabilidad y misión hasta ser decapitado; es el Precursor que con su palabra y ejemplo ha preparado los caminos de Jesús el Mesías.
El testimonio de Juan Bautista es una luz que nos indica cómo hemos de preparar la venida de Jesús ahora en Navidad y durante todos los días del año:
-Jesús nace de verdad en las personas que llevan una vida como Juan Bautista: sencilla y pobre, lejos del fasto del mundo y que saben usar de las cosas del mundo con sabiduría (con criterio) sin olvidar los bienes del cielo;
-Jesús nace en las personas coherentes que no se dejan sacudir por el viento de cualquier idea, novedad, propaganda, moda; personas que son fieles a sus principios e ideas y saben discernir dónde está la verdad;
-Jesús nace en las personas que no se doblegan ante el poder del dinero, la seducción del mundo y de la carne, las nuevas tecnologías, los intereses de los poderosos, la cultura de la muerte y del descarte, la indiferencia ante los pobres y necesitados…
-Jesús nace en las personas que toman la vida como una responsabilidad y servicio a los demás, incluso hasta dar la vida; personas movidas por los valores que el Evangelio nos enseña; personas que han descubierto que la vida es un don de Dios y que merece la pena vivirse cuando se entrega generosamente a hacer el bien principalmente a los pobres.

Allí donde hay un cristiano que intenta vivir con coherencia y responsabilidad su fe se hace realidad estas palabras del Evangelio: “No temáis: Mirad os doy una Buena Notica, una gran alegría para todo el pueblo. Hoy os ha nacido en la Ciudad de David el Salvador, el Mesías y Señor” (Lc 2, 10-11), pues cada bautizado son los pies, las manos, la boca y el corazón a través de los cuales nace 
nace Jesus en el mundo.