LECTURAS DEL LUNES XXX DEL T. ORDINARIO 24 DE OCTUBRE SAN RAFAEL GUÍZAR Y VALENCIA OBISPO, PATRONO DEL EPISCOPADO MEXICANO FIESTA (BLANCO)
Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ez 34, 11. 23-24
Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y les daré un pastor que las apaciente y yo, el Señor, seré su Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor,
Dios nuestro, que hiciste al obispo san Rafael Guízar y Valencia pastor
eximio e incansable en el anuncio del Evangelio, concédenos, por su
intercesión, que, encendidos por el fuego apostólico y fortalecidos por
la gracia divina, llevemos a nuestros hermanos a Cristo y así podamos
gozar con ellos de la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor me ha ungido y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres (cfr. Lc 4, 18).
Del libro del profeta Isaías: 61, 1-3
El
espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado
para anunciar la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón
quebrantado, a proclamar el perdón a los cautivos, la libertad a los
prisioneros, y a pregonar el año de gracia del Señor, el día de la
venganza de nuestro Dios. El Señor me ha enviado a consolar a los
afligidos, los afligidos de Sión, a cambiar su ceniza en diadema, sus
lágrimas en aceite perfumado de alegría y su abatimiento, en cánticos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 22
R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El
Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y
hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por
ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú
mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la
cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término. R/.
ACLAMACIÓN Lc 4, 18
R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
El buen pastor da la vida por sus ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 11-16
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo soy el buen pastor. El
buen pastor da la vida por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que
no es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo,
abandona las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las
dispersa, porque a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo
soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a
mí, así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy la
vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil y
es necesario que las traiga también a ellas; escucharán mi voz y habrá
un solo rebaño y un solo pastor.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios
misericordioso y lleno de bondad, recibe los dones y ofrendas que te
presentamos en la festividad de san Rafael Guízar, quien ofreció su vida
por la difusión del Evangelio entre sus fieles pobres y sencillos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 16
No
son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los
ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo
que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
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San Pablo es muy directo en su manera de exhortar y dar el mensaje a la comunidad de Éfeso. A las cosas las llama por su nombre y de manera especial cuando se refiere al seguimiento de Cristo. Su invitación es a no andar con apegos, con dependencias y con la doble moral, el doble sentido en las expresiones y en el comportamiento en general. Algo bien claro lo tiene San Pablo cuando advierte del peligro que tiene el ser humano de andar generando vínculos idolátricos, con el dinero y la inmoralidad (indecencia, deshonestidad, perversidad, injusticia, corrupción), esto está fuera de lugar, sin ninguna relación como la tiniebla y luz, por esto dice al final del texto que hoy se nos propone: “Caminen como hijos de la luz”. Ef 5, 8.
En el evangelio encontramos una opción clara de Jesús a favor de las marginadas, las encorvadas, las que no se pueden enderezar, las que no tienen otra oportunidad y otra visión que la de vivir sometidas al poder de los explotadores y de otras explotadoras, de su cuerpo, de sus servicios, de su maternidad, de su sabiduría: Ese es el espíritu del mal comportamiento del ser humano que somete las voluntades de otros. Me refiero a las mujeres que por muchísimas causas se mantienen encorvadas y sometidas.
Jesús no tiene ningún límite para acercarse a la mujer enferma, encorvada y con su Palabra y sus manos, le indica el camino de la libertad, de la alegría de ser mujer sin enfermedades que la aten, que la sometan, y que le impidan ser realmente hija legítima de Dios. Que importante sería que todos y todas hiciéramos lecturas bíblicas, con los ojos de esta mujer, y con los ojos de todas las mujeres que claman libertad total, integral.
Este hecho liberador de la mujer que realiza Jesús, genera controversia y rechazo de quienes aún no pueden ver, ni oír el clamor de los marginados que en todo momento están clamando justicia. Este permanente rechazo a liberar y a acompañar mano a mano, cuerpo a cuerpo, a quienes realmente lo necesitan es común en las personas muy religiosas, muy piadosas, muy pegadas de la norma, de la moral sin corazón. Y Jesús nos invita a todos a tomar opciones claras y transparentes, llenas de espíritu de libertad para amar sin medida, para dar la mano sin reserva.
Las acciones de Jesús y de quienes asumimos su proyecto, generan bochorno y rechazo de quienes creen tener la última palabra de lo que se debe y no se debe hacer, de lo que se puede hacer con este o aquel sujeto. Y actuar como Jesús actuó no tiene límites en el tiempo, en el lugar y en las personas. Nos podemos preguntar si hemos tenido alguna situación similar a la de Jesús.
Hoy celebramos los claretianos la fiesta de nuestro fundador, San Antonio María Claret, quien al respecto de la realidad de su tiempo decía: “…Las sociedades están desfallecidas y hambrientas desde que no reciben el pan cotidiano de la Palabra de Dios…” (Aut. 450) y esto de tomar partido por la causa de los pobres, lo leemos y deseamos ardientemente cumplir, como opción fundamental de nuestro trabajo misionero.