Misal del dia de hoy Jueves 14 de Julio 2016 y Comentario al Evangelio

LECTURAS DEL JUEVES XV DEL T. ORDINARIO 14 DE JULIO (VERDE)


Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera.


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ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 77, 23-25

Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que lo comieran; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Unigénito, concede, benigno, que quienes anunciamos llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, experimentemos un continuo aumento de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Despierten jubilosos, los que habitan en los sepulcros.

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Del libro del profeta Isaías: 26, 7-9. 12. 16-19

La senda del justo es recta porque tú, Señor, le allanas el sendero. En el camino de tus mandamientos te buscamos, anhelando, Señor, tu nombre y tu recuerdo. Mi alma te desea por la noche y mi espíritu te busca por la mañana, porque tus mandamientos son la luz de la tierra y enseñan justicia a los habitantes del orbe. Tú nos darás, Señor, la paz, porque todo lo que hemos hecho eres tú quien lo ha hecho por nosotros.

Acudimos a ti, Señor, en el peligro, cuando nos angustiaba la fuerza de tu castigo. Como una mujer que va a dar a luz, que se retuerce y grita angustiada, así éramos, Señor, en tu presencia: concebimos y nos retorcimos, ¡pero lo único que hemos dado a luz ha sido viento! No le hemos dado salvación al país, no le han nacido habitantes al mundo. Tus muertos vivirán, sus cadáveres resucitarán, despertarán jubilosos los que habitan en los sepulcros, porque tu rocío es rocío luminoso y la tierra de las sombras dará a luz.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 101

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R/. El Señor tiene compasión de nosotros.

Tú, Señor, reinas para siempre y tu fama pasa de generación en generación. Levántate y ten misericordia de Sión, pues ya es tiempo de que te apiades de ella. Tus siervos aman sus piedras y se compadecen de sus ruinas. R/.

Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces temerán al Señor todos los pueblos, y su gloria verán los poderosos. R/.

Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la muerte al prisionero. R/.

ACLAMACIÓN  Mt 11, 28

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R/. Aleluya, aleluya.

Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.

Soy manso y humilde de corazón.

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Del santo Evangelio según san Mateo: 11, 28-30

En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 51-52

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan vivirá eternamente. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


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Comentario al Evangelio de hoy

Jesús siempre está atento a las personas y sus necesidades. Una vez más el evangelista Mateo nos lo recuerda: “Dijo Jesús: venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré”. Jesús siempre dispuesto a brindar ayuda; siempre disponible para servir y darse. Jesús dispuesto a ejercer el ministerio de la consolación, a ofrecer misericordia, a hacer de buen samaritano. En muchas ocasiones habla Mateo de que la gente acudía en masa a Jesús, que le buscaban e incluso que eran tantos que no le dejaban descansar. Cuantas personas cansadas o agobiadas por los problemas de la vida: personas sin esperanza y sin ánimo para seguir viviendo, personas necesitadas de amor y consuelo, de orientación, de ser escuchadas, a quienes tender una mano…
San Pablo dice que Dios nos consuela para que nosotros repartamos ese consuelo con los demás. Las gracias o dones que recibimos de Dios son para compartirlos con los demás; el amor siempre busca darse y comunicarse; reservarse los dones de Dios para uno mismo, es egoísmo y éste procede del diablo. Hoy Jesús sigue ejerciendo el ministerio de la consolación y la misericordia a través de tus manos y la mías, tus pies y los míos, tu boca y la mía, tu corazón y el mío…; somos “los sacerdotes” de Jesús que, a través de nosotros, se acerca a los cansados y agobiados de hoy, que no están lejos de nosotros, al contrario bien cerca: en tu casa, en tu trabajo, en el autobús, en el metro, en la calle, en la plaza… El discípulo de Jesús le imita y no escatima tiempo y ocasión para llevar a los demás las bendiciones y los dones que continuamente recibe de Dios.
“Cargad con mi yugo y aprended de mi”: el amor al hermano es el yugo de Jesús. De ahí la invitación a vivirlo todos los días con todos y especialmente con los más pobres y necesitados. Amar no es fácil, y amar siempre menos todavía. Pero Jesús dice que es un yugo llevadero, porque el amor tiene también su recompensa y satisfacción; amar como nos ama Jesús, es lo único que nos llena de alegría, paz y tranquilidad; sólo el amor hace que cuanto más des, más tengas.