LECTURAS DEL VIERNES XXXII DEL T. ORDINARIO 13 DE NOVIEMBRE (VERDE)
Lo que sucedió en el tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del hombre.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 5, 9-10
Con
tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y lenguas, de
todos los pueblos y naciones, para constituir un reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor
Dios, que redimiste a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu
Unigénito, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que,
celebrando sin cesar el misterio de nuestra salvación, merezcamos
alcanzar sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Si pudiéramos investigar el universo, ¿cómo no descubrieron a su creador?
Del libro de la Sabiduría: 13,1-9
Insensatos
han sido todos los hombres que no han conocido a Dios y no han sido
capaces de descubrir, a través de las cosas buenas que se ven a
"Aquel-que-es" y que no han reconocido al artífice, fijándose en sus
obras, sino que han considerado como dioses al fuego, al viento, al aire
sutil, al cielo estrellado, al agua impetuosa o al sol y a la luna, que
rigen el mundo.
Si
fascinados por la belleza de las cosas, pensaron que éstos eran dioses,
sepan cuánto las aventaja el Señor de todas ellas, pues fue el autor
mismo de la belleza quien las creó. Y si fue su poder y actividad lo que
los impresionó, deduzcan de ahí cuánto más poderoso es aquel que las
hizo; pues reflexionando sobre la grandeza y hermosura de las creaturas
se puede llegar a contemplar a su creador.
Sin
embargo, no son éstos tan dignos de reprensión, pues tal vez andan
desorientados, buscando y queriendo encontrar a Dios. Como viven entre
sus obras, se esfuerzan por conocerlas y se dejan fascinar por la
belleza de las cosas que ven. Pero no por eso tienen excusa, pues si
llegaron a ser tan sabios para investigar el universo, ¿cómo no llegaron
a descubrir fácilmente a su creador?
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 18
R/. Los cielos proclaman la gloria de Dios.
Los
cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de
sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
trasmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje, hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN Lc 21, 28
R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. R/.
Lo mismo sucederá el día en que del Hijo del hombre se manifieste.
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 26-37
En
aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: "Lo que sucedió en el
tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: comían y
bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en
el arca; entonces vino el diluvio y los hizo perecer a todos.
Lo
mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y
vendían, sembraban y construían, pero el día en que Lot salió de Sodoma,
llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lo
mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.
Aquel
día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje
a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás.
Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la
perderá; y quien la pierda, la conservará. Yo les digo: aquella noche
habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro abandonado; habrá
dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra abandonada".
Entonces,
los discípulos le dijeron: "¿Dónde sucederá eso, Señor?" Y Él les
respondió: "Donde hay un cadáver, se juntan los buitres".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al
traer tu soberana presencia, Señor, a nuestros dones, haz que, por
medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, el mediador de la
nueva Alianza, y nos renovemos por la aspersión salvadora de su Sangre.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Co 10, 16
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo
sido reconfortados con el alimento y la bebida de salvación, te
pedimos, Señor, que seamos bañados siempre con la sangre de nuestro
Salvador, y que ésta se convierta para nosotros en fuente de agua que
brote hasta la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.