LECTURAS DEL DOMINGO XXXI DEL T. ORDINARIO 1 DE NOVIEMBRE SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS (BLANCO)
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Alegrémonos en el Señor y alabemos al Hijo de Dios, junto con los ángeles, al celebrar hoy esta solemnidad de Todos los Santos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios
todopoderoso y eterno, que nos concedes venerar los méritos de todos
tus santos en una sola fiesta, te rogamos, por las súplicas de tan
numerosos intercesores, que en tu generosidad nos concedas la deseada
abundancia de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Vi
una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos
de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 2-4. 9-14
Yo,
Juan, vi a un ángel que venía del oriente. Traía consigo el sello del
Dios vivo y gritaba con voz poderosa a los cuatro ángeles encargados de
hacer daño a la tierra y al mar. Les dijo: "No hagan daño a la tierra,
ni al mar, ni a los árboles, hasta que terminemos de marcar con el sello
la frente de los servidores de nuestro Dios!" Y pude oír el número de
los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil,
procedentes de todas las tribus de Israel.
Vi
luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran
individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y
lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban
vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas en las manos y
exclamaban con voz poderosa: "La salvación viene de nuestro Dios, que
está sentado en el trono, y del Cordero"
Y
todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos y de
los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono y
adoraron a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría,
la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza, se le deben para
siempre a nuestro Dios"
Entonces
uno de los ancianos me preguntó: "¿Quiénes son y de dónde han venido
los que llevan la túnica blanca?". Yo le respondí: "Señor mío, tú eres
quien lo sabe". Entonces él me dijo: "Son los que han pasado por la gran
persecución y han lavado y blanqueado su túnica con la sangre del
Cordero".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 23
R/. Ésta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
Del
Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él
habitan, pues Él lo edificó sobre los mares, Él fue quien lo asentó
sobre los ríos. R/.
¿Quién
subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto
santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso.R/.
Ése
obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia.
Ésta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de
Jacob. R/.
Veremos a Dios tal cual es.
De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 1-3
Queridos
hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos
llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce,
es porque tampoco lo ha reconocido a Él.
Hermanos
míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo
seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando Él se manifieste, vamos a ser
semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tenga puesta en Dios esta esperanza, se purifica a sí mismo para ser tan puro como El.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN Mt 11, 28
R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12a
En
aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se
sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a
enseñarles y les dijo:
"Dichosos
los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos,
porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de
justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque
obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a
Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos
de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de
ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos
serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de
ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio
será grande en los cielos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Con la esperanza puesta en Dios, el Padre de todos, presentemos nuestras plegarias.
Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Por la Iglesia. Que el Señor siempre suscite en ella ejemplos de santidad. Oremos.
Por
los cristianos. Que aprendamos cada día más a seguir el camino del
Evangelio, y sepamos dar un buen testimonio en el mundo. Oremos.
Por los gobernantes de las naciones. Que el ejemplo de prudencia de los santos ilumine sus decisiones. Oremos.
Por
los que no tienen lo necesario para vivir, en nuestro país y en todo el
mundo. Que su situación remueva las conciencias de los responsables de
la política y de la economía y actúen para remediar esta injusticia .
Oremos.
Por
nosotros. Que el recuerdo de los santos y santas que nos han precedido
nos de confianza y esperanza, y nos anime a avanzar en el camino de la
santidad. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y danos tu Espíritu Santo, Por Jesucristo Nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que
te sean gratos, Señor, los dones que ofrecemos en honor de todos los
santos, y concédenos experimentar la ayuda para obtener nuestra
salvación de aquellos que alcanzaron con certeza la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La gloria de nuestra madre, la Jerusalén celeste.
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Porque hoy nos concedes celebrar a tu familia que es nuestra
madre, la Jerusalén del cielo, en donde nuestros hermanos ya
glorificados te alaban eternamente.
Hacía
ella, peregrinos, caminando por la fe, nos apresuramos ardoroso,
regocijándonos por los más ilustres miembros de la Iglesia, en cuya
gloria nos das al mismo tiempo ejemplo y ayuda para nuestra fragilidad.
Por eso, unidos a ellos y a todos los ángeles, a una voz te alabamos y
glorificamos, diciendo: Santo, Santo, Santo…
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 8-10
Dichosos
los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos lo que trabajan
por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los
perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios
nuestro, a quien adoramos, admirable y único Santo entre todos tus
santos, imploramos tu gracia para que, al consumar nuestra satisfacción
en la plenitud de tu amor, podamos pasar de esta mesa de la Iglesia
peregrina, al banquete de la patria celestial. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
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