Evangelio y Comentario de hoy Miercoles 01 de Enero 2014

Día litúrgico: 1 de Enero: Santa María, Madre de Dios (Día octavo de la octava de Navidad)
Texto del Evangelio (Lc 2,16-21): En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel Niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.
Comentario
Los pastores fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre
Hoy, la Iglesia contempla agradecida la maternidad de la Madre de Dios, modelo de su propia maternidad para con todos nosotros. Lucas nos presenta el “encuentro” de los pastores “con el Niño”, el cual está acompañado de María, su Madre, y de José. La discreta presencia de José sugiere la importante misión de ser custodio del gran misterio del Hijo de Dios. Todos juntos, pastores, María y José, «con el Niño acostado en el pesebre» (Lc 2,16) son como una imagen preciosa de la Iglesia en adoración.

“El pesebre”: Jesús ya está ahí puesto, en una velada alusión a la Eucaristía. ¡Es María quien lo ha puesto! Lucas habla de un “encuentro”, de un encuentro de los pastores con Jesús. En efecto, sin la experiencia de un “encuentro” personal con el Señor no se da la fe. Sólo este “encuentro”, el cual ha comportado un “ver con los propios ojos”, y en cierta manera un “tocar”, hace capaces a los pastores de llegar a ser testigos de la Buena Nueva, verdaderos evangelizadores que pueden dar «a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel Niño» (Lc 2,17).

Se nos señala aquí un primer fruto del “encuentro” con Cristo: «Todos los que lo oyeron se maravillaban» (Lc 2,18). Hemos de pedir la gracia de saber suscitar este “maravillamiento”, esta admiración en aquellos a quienes anunciamos el Evangelio.

Hay todavía un segundo fruto de este encuentro: «Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto» (Lc 2,20). La adoración del Niño les llena el corazón de entusiasmo por comunicar lo que han visto y oído, y la comunicación de lo que han visto y oído los conduce hasta la plegaria de alabanza y de acción de gracias, a la glorificación del Señor.

María, maestra de contemplación —«guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19)— nos da Jesús, cuyo nombre significa “Dios salva”. Su nombre es también nuestra Paz. ¡Acojamos en el corazón este sagrado y dulcísimo Nombre y tengámoslo frecuentemente en nuestros labios!



Oración Colecta
Oremos a nuestro Dios todopoderoso,
que escogió  a María como a Madre de su Hijo.
             (Pausa)
Oh Dios nuestro, fiel y salvador:
En María, nuestra tierra dijo su sí a tu llamada
y allí irrumpieron sobre los hombres
bendiciones, perdón, nueva vida, verdadera paz
en la persona de tu Hijo Jesucristo.
Danos la fe confiada de María, su Madre,
para que siempre permanezcamos cercanos a Jesús,
incluso en la oscuridad del sufrimiento,
y para que sepamos llevar al mismo Jesús
a los pobres, solitarios
y afligidos de nuestro mundo
Bendícenos por  medio del mismo Jesucristo nuestro Señor. 


Bendición para el Año Nuevo
Con María hemos bendecido y alabado al Señor hoy
porque ha hecho grandes cosas
en favor nuestro en el pasado.
Que él siga bendiciéndonos
y dándonos su paz:
Paz con Dios mismo, paz dentro de nosotros mismos,
paz en nuestras familias, paz entre las naciones.
Que este nuevo año sea para todos nosotros
un año de gracia, con la bendición de Dios todopoderoso,
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Vayan en paz, y feliz Año Nuevo a todos ustedes y a sus familias, lleven la bendición del Señor con ustedes. 


https://www.facebook.com/snfranciscoxavier.comunidadcatolica 

Año Nuevo 2014


1 de Enero

F. Elorriaga S. J, en su simpático libro “Pintando lo invisible” tiene un capitulito inocente pero lindo.
“Dijo un niño: “¡Las flores vuelan!”
Le contesté: “¡Estás soñando!”
Pero las he visto, repitió el niño: “¡Las flores vuelan!”.
Llévame contigo, le dije, por si es verdad lo que me dices.
Mira, ¡ahí está la flor que vuela! ¿A que no la coges?
En realidad no pude cogerla.
El niño llamaba “flor que vuela” a lo que en realidad era una mariposa”
.

También quisiera citar aquí las palabras de Matilde Gastalver, escribiendo sobre su sobrino que nació sordo, y que tiene sentido para muchas aplicaciones en la vida.
“No me entristece que un árbol viejo haya muerto, porque anida mil vidas en su interior, porque mil aves habitaron sus ramas, porque es testigo vivo de una misión cumplida, de lo dado gratuitamente y me parece igualmente bello y vivo en su naturaleza muerta, como un icono de lo que es la vida después de la muerte. Pero sí me cuesta pensar que el árbol recién plantado no fue dotado para entrar a la vida”.
Quiero recordar estas breves y simpáticas líneas y estas dolorosas experiencias de los niños, ahora que comenzamos un año nuevo. Es posible que frente al nuevo año se den muchas reacciones:
Un año más: la vida seguirá igual.
Un año más: otro año de sufrimiento.
Un año más: otro año de luchar en vano.
Un año más: otro año de ilusiones perdidas.

Pero no todos viven del pesimismo y la desesperanza.
Un año más: trescientos sesenta y cinco días de posibilidades.
Un año más: en el que todo puede cambiar.
Un año más: en el que yo puedo crecer y mejorar.
Un año más: en el que yo puedo hacer muchas cosas maravillosas.
Un año más: en el que yo puedo comenzar un camino de ideales.
Un año más: en el que yo puedo llegar muy lejos.

Es preciso comenzar el año:
Con alma de niño.
Con corazón de niño.
Con ilusiones de niño.
Con ojos de niño.

Porque donde los demás vemos mariposas, el niño veía flores.
Porque las mariposas se parecen mucho a las flores por sus colores.
Donde los demás vemos flores en el jardín y nos duele que alguien las corte, el niño las prefiere ver volando.
Porque donde los demás preferimos ver a las mariposas disecadas, el niño quiere verlas vivas, volando.
Porque donde los pesimistas vemos imposibles, el optimista ve posibilidades.
Porque donde los pesimistas vemos dificultades, el optimista ve oportunidades.
Porque donde los pesimistas vemos que todo sigue igual, el optimista descubre que todo puede cambiar.
Porque donde los pesimistas vemos que ya hemos llegado, el optimista reconoce que aún queda mucho por andar.
Porque donde los pesimistas vemos que nada va a cambiar, el optimista lo descubre todo nuevo.

Un Año Nuevo no es para quedarnos en el viejo que ya pasó.
Un Año Nuevo es para soñar nuevas primaveras.
Un Año Nuevo no es para desalentarnos por lo que falta de camino.
Un Año nuevo es para despertar el fuego de la esperanza que apunta a la meta.
Un Año Nuevo es para soñar cosas nuevas.
Un Año Nuevo es para marcarnos nuevos horizontes.
Un Año Nuevo es para sentir que pudimos hacer muchas cosas que no hemos hecho.
Un Año Nuevo es para sentir que aún podemos recuperar el tiempo perdido, el espacio perdido.
Un Año Nuevo es para soñar lo que Dios aún puede hacer en nosotros.
Un Año Nuevo es para soñar los sueños de Dios.
Un Año Nuevo es para soñar que los días pueden ser mariposas convertidas en flores que vuelan.

No dejes que la dura realidad apague tus esperanzas e ilusiones.
No dejes que la dura realidad del pasado te impida dejar que tu mente y corazón se hagan mariposas y flores que vuelan.
Porque la verdadera medida de nuestra vida no es el año que pasó, sino el año que comenzamos.
Porque la verdadera medida de nuestra vida no es lo que fuimos sino lo que aún podemos ser.
No dejes que el pasado sea el cementerio de tus sueños, sino la tierra donde siembres nuevas esperanzas.
¡Feliz Año Nuevo a cuantos ven volar las flores!
¡Feliz Año Nuevo a cuantos ven despertar su corazón en nuevos horizontes!
¡Feliz Año Nuevo a cuantos saben transformar sus días en flores que vuelan

juanjauregui.es